Un sacerdote católico de la localidad belga de Wemmel, Flandes, ha generado polémica, tal como informa EFE, al negarse a enterrar a una niña de dos años y medio fallecida porque era francófona.
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El hecho se conoció después de que el administrador de un servicio funerario del municipio, Olivier Vandenhoute, denunciara la situación en su página de Facebook, en una publicación titulada “Un verdadero escándalo”.
“No es la primera vez”
“Como parte de mi actividad, me hice cargo del funeral de una niña de dos años y medio de origen africano. La familia, derrumbada, me pidió que les enviara las coordenadas de la iglesia cercana a su casa, que está en el centro del pueblo de Wemmel. Otro duro golpe, el cura no los quiere en su iglesia porque no hablan holandés”, escribió.
Sin embargo, Vandenhoute señala que esto “no es la primera vez” que ocurre, y se refirió al caso de una familia francófona que el año pasado “tuvo que asistir a una misa fúnebre en neerlandés” porque de lo contrario no se celebraría el oficio.”Felicidades a la iglesia que se quita los pantalones ante el flamingantismo (nacionalismo flamenco) de un alcalde. Soy bilingüe desde siempre, me da vergüenza ser belga”, concluyó.