La Red Eclesial Ecológico Mesoamericana denuncia que persisten “formas de colonización” en la región

10/08/2022 | Miroslava López

En el Día Internacional de los Pueblos Originarios el organismo eclesial consideró que esto debe ser un llamado a la comunidad internacional a elaborar un nuevo contrato social con los pueblos indígenas

La Red Eclesial Ecológico Mesoamericana (REMAM), cuyo presidente es el arzobispo de Yucatán, Gustavo Rodríguez Vega, rechazó “todas las formas de colonización que persisten en los países de la región mesoamericana”.

En el Día Internacional de los Pueblos Originarios, que se celebró este 9 de agosto, el organismo eclesial refrendó su “voluntad de caminar juntos, aprendiendo de su sabiduría, su forma comunitaria de habitar el mundo, para reconocer la diversidad de quienes vivimos en esta región”.

La REMAM aseguró que la diversidad invita a renovar las relaciones con Dios, con las personas y con la creación. “Nos llama a cuidarnos mutuamente y a tener una continua conversión ecológica”.

Al mismo tiempo, el organismo manifestó que las fallas habidas en el caminar histórico de estos pueblos deben ser un llamado a la comunidad internacional a elaborar un nuevo contrato social con los pueblos indígenas sobre la base de los derechos humanos y la valoración de la diversidad cultural.

Han mantenido viva su forma de vida

En este sentido, consideró que para lograrlo será indispensable reflexionar críticamente sobre los proyectos y formas de vida que “implican riesgos para la sobrevivencia de nuestra casa común”.

Recordó que en su reciente visita a Canadá, el papa Francisco señaló ante autoridades civiles y representantes indígenas que las hojas de arce, convertidas en símbolo del país “nos invitan a maravillarnos con la creación y a dejarnos atraer por la forma de vida propuesta por los pueblos indígenas. Estos pueblos nos inspiran y ‘nos pueden ayudar a sanar los dañinos hábitos de explotar’ la creación, las relaciones o el tiempo”.

Para la REMAM, al recordar la sabiduría de los pueblos, surge también inevitablemente, “el recuerdo de las políticas de asimilación, desarraigo o aniquilamiento que caracterizan a los procesos colonialistas de antaño y actuales. Pese a todo, los pueblos originarios han mantenido viva su forma de vida, su manera de relacionarse, así como el cuidado de los territorios con los cuales se identifica“.