Al menos ocho personas resultaban heridas de diversa gravedad la noche de ayer, 14 de agosto, por disparos cerca del Muro de las Lamentaciones en Jerusalén. Entre los heridos graves se encuentran una mujer embarazada a la que hubo que someter a una cesárea de emergencia.
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Tal como recoge Katholisch, tras un operativo policial de varias horas, el atacante, un palestino de 27 años, se entregó en una comisaría. El sospechoso habría abierto fuego en dos puntos a lo largo del muro de la Ciudad Vieja, entre la Puerta de Sión y el Muro Occidental, disparando incluso contra un autobús.
Acto de una sola persona
Inicialmente logró escapar y la policía acordonó el casco antiguo y desplegó helicópteros sobre varios distritos árabes en busca del perpetrador. Según el periódico Haaretz, la policía asume que el atentado fue obra de una sola persona, pero teme posibles actos de imitación.
Por su parte, el primer ministro Jair Lapid, según la oficina de prensa del gobierno, ha asegurado que “cualquiera que nos haga daño debe saber que pagará un precio por cualquier daño causado a nuestros civiles”.