El director de la Oficina de Prensa de la Santa Sede confirma que el papa Francisco conoció todo el proceso y decidió no dar nuevos pasos
Tras la publicación en medios canadienses de las acusaciones de acoso sexual por parte del cardenal Marc Ouellet, actual prefecto del Dicasterio para los Obispos, cuando era arzobispo de Quebec, el Vaticano ha hecho su primera reacción oficial. El director de la Oficina de Prensa de la Santa Sede, Matteo Bruni, ha hecho una declaración confirmando la investigación que se puso en marcha en la Vaticano una vez que se conoció el testimonio de la denunciante.
El portavoz vaticano confirma que el papa Francisco encargó una “investigación preliminar” al jesuita Jacques Servais, conocido de Ouellet y trabajador, hasta jubilación, en la congregación para la Doctrina de la Fe. Dicha investigación, señala, tuvo por conclusión “que no existen elementos para iniciar un proceso contra el cardenal Ouellet por agresión sexual”.
Tras las últimas publicaciones, Servais ha confirmado lo siguiente: “No hay motivos para abrir una investigación sobre la agresión sexual de la persona F. [ndr.: nombre que se le da en el informe canadiense a la víctima] por parte del cardenal Marc Ouellet”. Para el jesuita, “ni en su informe escrito enviado al Santo Padre, ni en el testimonio vía Zoom que posteriormente tomé en presencia de un miembro del Comité Diocesano ‘ad hoc’, esta persona hizo ninguna acusación que diera pie a tal investigación”.
Bruni ha confirmado también que “tras nuevas consultas pertinentes, el papa Francisco declaró que no había elementos suficientes para abrir una investigación canónica por agresión sexual del cardenal Ouellet contra la persona F”. La presunta víctima, mayor de edad, acusó al arzobispo de tocamientos impropios en la espalda y las nalgas, así como de haberle dado algunos besos en las mejillas o un abrazo muy fuerte.