El informe final para el sínodo de 2023 pide el fin de la discriminación de las mujeres, los divorciados y los homosexuales dentro de la comunidad cristiana
A las puertas de comenzar la fase continental de preparación del Sínodo de la Sinodalidad, las distintas conferencias episcopales van presentando las síntesis enviadas al Vaticano. También la Conferencia Episcopal de Suiza ha presentado su informe en el que se pide una mayor sinodalidad y el fin de la discriminación de las mujeres, los divorciados y los homosexuales, según recoge el portal katholisch.de.
Si bien el informe tiene un sentido práctico, se ha omitido cualquier elemento de “exigencia” para evitar el prejuicio romano, según las indicaciones del presidente de la Conferencia Episcopal Suiza, Felix Gmür. Todo ello en un país en el que ha habido iniciativas pioneras como el permitir desde hace tiempo que los laicos dirijan parroquias, bauticen niños y casen parejas. Ahora, el informe propone una iglesia sinodal que reconozca “la dignidad y la vocación real, sacerdotal y profética” de los bautizados; por lo tanto, las mujeres, los divorciados y los homosexuales también deberían poder ser ordenados.
Junto a la exclusión de las personas, el segundo punto clave es la crítica del “clericalismo que todavía existe en algunos lugares”. Según las aportaciones de los católicos de las cuatro tradiciones que confluyen en Suiza, la sinodalidad sólo puede tener éxito “si se supera el clericalismo y se desarrolla cada vez más una comprensión del sacerdocio como elemento que promueve la vida de una iglesia más sinodal”.
Sobre la metodología empleada, destaca una importante campaña, pero la mayor parte han sido personas “cercanas a la Iglesia y, por ejemplo, implicadas en las parroquias”. El informe lamenta que “apenas se registraron las actitudes de los muchos miembros de la Iglesia que están distanciados de ella”, a pesar de las diferentes propuestas organizadas por las diferentes diócesis.