Los obispos de Nicaragua llamaron al pueblo a unirse en penitencia y oración por la detención del obispo de Matagalpa, Rolando Álvarez, así como de los sacerdotes y laicos que le acompañaban en la curia episcopal cuando la madrugada de este viernes 19 de agosto la Policía Nacional asaltó las instalaciones para sacarlos a la fuerza.
- PODCAST: Obstáculos a la sinodalidad
- ¿Quieres recibir gratis por WhatsApp las mejores noticias de Vida Nueva? Pincha aquí
- Regístrate en el boletín gratuito y recibe un avance de los contenidos
El obispo Álvarez y sus acompañantes llevaban 15 días retenidos en la casa curial por la policía del presidente Daniel Ortega.
El episcopado expresó su dolor “por esta herida que sufrimos como Iglesia en Nicaragua, y oramos por nuestro hermano monseñor Rolando Álvarez, obispo de Matagalpa, por todos nuestros sacerdotes y fieles laicos para que el Señor nos dé la palabra para dar a conocer sin temor el misterio del Evangelio”.
La Conferencia Episcopal de Nicaragua pidió a la Virgen María interceder por ellos, “así como por aquellos que viven y mueren a causa de la fe en Jesucristo y su Iglesia… Queremos aprender de ellos a amarte cada día más, a confiarnos a Ti en todas nuestras necesidades. Enséñanos a imitar su fe, su esperanza, su caridad y su entrega hasta el extremo en manos de tu Hijo Jesucristo. Santa María, auxilio de los cristianos, ruega por nosotros. Amén”, añadieron los obispos.
Solidaridad de las Iglesias de Panamá, Centroamérica y Cuba
Por su parte, el arzobispo metropolitano de Panamá, José Domingo Ulloa, calificó de “aberrantes” los hechos que rodean esta detención.
“Son motivo de alarma y dolor en toda la Iglesia latinoamericana. Me uno a las voces que claman por la libertad inmediata de monseñor Rolando y exigimos se respete su dignidad como ser humano y prelado católico. Elevo una oración al cielo por Nicaragua, su noble pueblo y su Iglesia que hoy sufre persecución”.
De igual modo, el Secretariado Episcopal de América Central, cuyo presidente es el arzobispo de San Salvador, José Luis Escobar Alas, manifestó su solidaridad con la Iglesia en Nicaragua; elevaron su oración “pidiendo a Dios proteja a nuestros hermanos obispos, sacerdotes, religiosos, religiosas y a todo el pueblo de Nicaragua; que ilumine las mentes y muevan las voluntades para que se abran caminos de solución al grave problema social y su amada nación a través de un diálogo sincero. Convocamos a nuestras iglesias particulares en Centroamérica a unirnos en oración por la paz en Nicaragua”.
La Conferencia de Obispos Católicos de Cuba también se pronunció al respecto: “Oramos y acompañamos con todo el afecto fraterno a la Iglesia de Dios en Nicaragua… Encomendamos a la Virgen Inmaculada para que prime la sabiduría y sensatez en los responsables de asegurar un clima de paz y sosiego a su pueblo”.