Wilmar Quesada Pinto, quien se desempeñaba como párroco en Cunday, corregimiento Tres Esquinas, sector rural del departamento de Tolima, en Colombia, fue condenado a 21 años de prisión por delito de abuso sexual contra dos menores.
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La Fiscalía General de la Nación, luego de una larga y exhaustiva investigación, con evidencias y testimonios de testigos, halló culpable al sujeto de 45 años de abusar de dos hermanas de 7 y 14 años.
Medios locales reseñaron que el sacerdote tenía a la niña mayor como acólita de su parroquia para aprovecharse de esta situación. Hizo lo mismo con la otra menor. Así estuvieron sometidas por dos años, desde 2019.
Preacuerdo con Fiscalía
La madre de la niña hizo la denuncia y durante la captura decomisaron celulares y una computadora, los cuales fueron material probatorio, con fotografías y vídeos, para la investigación.
Quesada llegó a preacuerdo con fiscalía y aceptó los cargos. El juez desestimó la solicitud de la defensa para que este pudiera cumplir condena en un resguardo indígena del municipio de Coyaima, de donde es oriundo.
Desde la Conferencia de obispos de Colombia, a través de de la Oficina del buen trato, han dejado muy clara su posición: cero tolerancia contra abusos, por lo que siempre estarán prestos a atender denuncias de cualquier tipo de abuso contra menores y adultos vulnerables.