Mientras tanto, el obispo de Matagalpa continúa en detención domiciliaria en Managua
La comunidad internacional, el 100% de conferencias episcopales de latinoamérica y diferentes organizaciones en el mundo miran con preocupación el asedio contra la Iglesia en Nicaragua, emprendido por Daniel Ortega.
Mientras que Rolando Álvarez, obispo de Matagalpa, continúa en detención domiciliaria en Managua, Vida Nueva recoge las voces de cuatro organizaciones eclesiales que hacen vida en América Latina y claman por la pronta liberación del prelado.
La Asociación Católica Latinoamericana y Caribeña de Comunicación – Signis ALC – ve con preocupación las expresiones de intolerancia por parte de las autoridades sandinistas que “dan cuenta de la grave situación de violaciones a los derechos humanos y a las libertades” en este país.
Carlos Ferraro, presidente de esta asociación, encaminó una carta tanto Carlos Herrera, presidente del episcopado, como al propio Rolando Álvarez, en la que se hace eco del llamado del papa Francisco de “encontrar un diálogo abierto y sincero”.
“Como Signis ALC les reiteramos nuestra cercanía y solidaridad”, así como “nuestra esperanza de que una comunicación más abierta, inclusiva y equitativa” favorecerá el establecimiento de relaciones respetuosas.
La red eclesial latinoamericana y caribeña de migración, trata, refugio y desplazamiento –Red Clamor – mira con preocupación lo que acontece en Nicaragua.
Ha echado mano de una dura advertencia: “Estos lamentables sucesos son motivo de preocupación para nuestra Red, por la peligrosa señal que representa la criminalización de las acciones proféticas sostenidas desde el compromiso social de los creyentes”.
“Nos inquieta que, como consecuencia del drama que se agudiza cada día en Nicaragua, se incremente la salida masiva de hermanos y hermanas nicaragüenses en procura de trabajo y seguridad, colocándolos en un camino donde la vulnerabilidad los acompañe y revictimice”, apuntaron.
La Confederación Latinoamericana de Religiosos (CLAR) ha estado muy atenta, por ello “frente a este tiempo de prueba y sufrimiento nos unimos a las distintas manifestaciones de solidaridad y de oración para que las más auténticas expresiones del Reino de justicia, paz y fraternidad resplandezcan siempre”.
Al respecto, han señalado que “como Vida Religiosa Latinoamericana y Caribeña reconocemos que su testimonio comprometido y perseverante nos fortalece, y esta fortaleza nos inspira solidaridad y esperanza”.
“María, mujer de la osada esperanza, continúa acompañando y guiando el caminar de nuestros pueblos como lo hizo con la primera Iglesia. Con Ella y con las Mujeres del Alba, nos unimos en esta paciente espera en favor de la vida y la verdad”, acotaron.
El comité directivo en pleno de Religiones por la Paz de América Latina y el Caribe se ha mostrado preocupado ante “la grave situación que afecta a la libertad de culto y de opinión en el hermano país”.
Añaden que “compartimos la preocupación de la Organización de los Estados Americanos (OEA) y de las Naciones Unidas por las recientes acciones contra la Iglesia Católica en Nicaragua y urgimos el cese inmediato de todo hostigamiento contra ella y otras comunidades de fe en el país”.
Asimismo han pedido la pronta liberación de los líderes religiosos detenidos y “nos sumamos a los llamados a un dialogo en Nicaragua que restablezca la paz y el respeto a los derechos humanos, incluida la libertad religiosa”.
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