La entidad, a través de un comunicado, ha reafirmado “su más decidida defensa de los derechos humanos cuando estos son conculcados de manera arbitraria haciendo padecer a las personas un sufrimiento inaceptable”
La Confederación española de religiosos y religiosas CONFER ha salido al paso de la “situación dolorosa que se está viviendo en Nicaragua con un grave deterioro de los derechos humanos”, algo que “afecta de modo especial a la Iglesia nicaragüense con la detención del Obispo de Matagalpa y varios sacerdotes” a través de un comunicado. En una declaración, han reafirmado “su más decidida defensa de los derechos humanos cuando estos son conculcados de manera arbitraria haciendo padecer a las personas un sufrimiento inaceptable”.
Los religiosos han querido reiterar “su solidaridad con toda la Iglesia nicaragüense en estos duros momentos sabiendo, que desde todas las instancias eclesiales, se han volcado en defender los derechos humanos y el servicio desinteresado, especialmente a las personas del pueblo nicaragüense más vulnerables”. Por ello, han hecho llegar “sucercanía, a través de la CLAR, a la vida religiosa nicaragüense volcada en un servicio ejemplar al pueblo de Nicaragua desde las más variadas instancias donde la vida religiosa ejerce su ministerio (educación, sanidad, atencióna los mayores, casas de acogida, etc.)”.
Por ello, mandan su “aliento y solidaridad a las Congregaciones religiosas y unir nuestra voz a la de tantos cristianos (obispos, religiosos, laicos, gente de buena voluntad) y a la del papa Francisco que nos hace constantes llamamientos a la paz, a la fraternidad, a salir de nuestros reductos personales cuando estos no conducen a una mejor vida de las personas y donde el mejor camino para sentirnoshermanos es trabajar por construir caminos de solidaridad entre las personas”.
Desde CONFER, imploran por todo el pueblo de Dios “para que esta situación difícil sea reconducida cuanto antes”. También rezan “para que mueva el corazón de los dirigentes y que se produzca la liberación anhelada de las personas presas así como la normalización de la vida y de la realidad eclesial en Nicaragua en estos momentos”.