“Con esta reforma el Papa pretende eliminar cierta mentalidad ‘arribista’”, señala el actual presidente de la Gobernación del Estado de la Ciudad del Vaticano
Como ha ocurrido en los anteriores consistorios para la creación de nuevos cardenales del papa Francisco, habrá presencia española. En este caso Fernando Vérgez Alzaga, nacido en Salamanca hace 77 años, recibirá la birreta el próximo sábado, 27 de agosto. Vérgez Alzaga sería uno de los 7 cardenales españoles con derecho a voto –de un total de 12– en un hipotético cónclave la semana que viene.
“Sabemos que España, a pesar de muchas contradicciones, nunca ha perdido la llama de la fe. A pesar de las persecuciones del pasado y de ciertas fuerzas de la sociedad que querrían confinar a la Iglesia haciéndola irrelevante para las opciones de vida, ésta sigue llevando a cabo su misión evangelizadora y de promoción humana”, ha señalado el sacerdote en una entrevista a Europa Press.
Vérgez Alzaga realiza su trabajo en la Curia romana, donde es presidente de la Gobernación del Estado de la Ciudad del Vaticano y presidente de la Comisión Pontificia para dicho estado. Además, será el primer cardenal perteneciente a la congregación de los Legionarios de Cristo. Su encomienda le exige actualizar las reformas de Francisco, para él “no se trata sólo de reformar las estructuras y los aparatos, sino de preparar a las personas para el cambio. La formación continua es necesaria para motivar a los empleados al cambio que se está produciendo. Para ello, es necesaria una mayor integración entre los distintos organismos que componen la Curia Romana y el Governatorato”, ha señalado comoe “el reto de la renovación que pide el Papa Francisco”.
“La Curia Romana y los órganos de la Santa Sede se han adaptado a lo largo del tiempo a los desafíos planteados por la sociedad. Cada pontificado tiene su carácter particular y caracteriza las opciones también dentro del Vaticano con su propio Magisterio”, explica. Por ello, recalca es “absolutamente necesario que las estructuras y las personas cambien en función de las exigencias”; si bien lo que es “intemporal es el objetivo de toda la Santa Sede: apoyar el anuncio del Evangelio y la misión de la Iglesia en todas las partes del mundo”.
Pasando al terreno personal destaca que no esperaba el nombramiento: “Lo primero que sentí fue gratitud a Dios y al Papa por la confianza que depositó en mí. Tengo una responsabilidad para dar testimonio de Cristo con mayor entusiasmo”, destacó. “La creación de un cardenal como un honor, sino como una petición del Papa de un servicio aún mayor que el que se ha prestado hasta ahora”. Recuerda que la creación de un nuevo cardenal “es una iniciativa que parte del Papa. Sin embargo, el primer cardenal elegido de una congregación religiosa supone una responsabilidad aún mayor para todos sus miembros”, apunta.
Vérgez mantendrá sus encomiendas tratando de poner en marca la “prioridad” que el Papa le ha dado a “la evangelización”, a “la caridad” y al “papel de los laicos” en la Curia Romana. Estos aspectos, destaca, “son los principales rasgos que vinculan la nueva Constitución Apostólica del Papa Francisco con el Concilio Ecuménico Vaticano II”. A esto hay que unir el empeño por “enfatizar la sinodalidad que abarca a toda la Iglesia en el sentido de que todos, según su asignación, deben participar”. “Con esta reforma el Papa pretende eliminar cierta mentalidad ‘arribista’”, sentencia.