En su primera homilía como cardenal, Robert McElroy, quien gobierna pastoralmente la diócesis de San Diego (en el estado de California, Estados Unidos) habló de la humildad cristiana.
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Al día siguiente del consistorio en el que fue hecho cardenal por el papa Francisco, junto a 19 obispos más, McElroy presidió la eucaristía en la parroquia americana de san Patricio, en Roma.
El ahora cardenal tiene 68 años de edad y es el sexto obispo de San Diego. En su homilía hizo énfasis en la humildad, que es “dejar de lado las pretensiones y las fachadas que a menudo ponemos para tratar de parecer mejores a los demás de lo que somos”.
Para McElroy, la humildad “nos llama a tratar de desafiar ese impulso humano muy común de ponernos a nosotros mismos en primer lugar. Es algo muy difícil de hacer en la práctica porque está muy arraigado en el corazón, el alma y el espíritu humanos”.
Pedir a Dios el don de la humildad
En ese sentido –dijo- “el Evangelio nos desafía a tener en cuenta los derechos, las vidas de los demás, tanto como lo hacemos con nosotros mismos… Eso es humildad cristiana. Esa es la humildad a la que Cristo nos llama en el Evangelio, y esa es la humildad que debemos pedirle a Dios hoy y todos los días”.
La eucaristía fue concelebrada por los cardenales estadounidenses Roger Mahony, Wilton Gregory, Joseph Tobin, Blase Cupich, Edwin O’Brien y Daniel DiNardo junto con siete obispos estadounidenses y 40 sacerdotes.
La diócesis de San Diego tiene alrededor de un millón de católicos en los condados de San Diego e Imperial.
McElroy es también presidente de la Conferencia Católica de California y miembro del Dicasterio para la Promoción del Desarrollo Humano Integral del Vaticano.