La Compañía de Jesús en México informó que este 30 de agosto, Día Internacional contra la Desaparición, varios sacerdotes acompañarán a los familiares de desaparecidos, quienes en la Ciudad de México caminarán desde la llamada ‘Glorieta de las y los desaparecidos’ hasta la Parroquia la Sagrada Familia, donde dejarán fotografías de sus desaparecidos y luego se celebrará una misa.
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De 1964 (año en el que comenzó el registro) al 2022, la cifra de desaparecidos en México supera las 100,000 víctimas; en su mayoría, a causa de la inseguridad y la violencia generada por el crimen organizado.
En otros estados del país
Por su parte, la comunidad universitaria de la Ibero en Guanajuato dio a conocer que el colectivo ‘Buscando con el corazón’ llevará a cabo una caminata pacífica del ‘arco de la calzada’ hacia la plaza principal en la ciudad de León; al concluir, el sacerdote jesuita Alfonso González, rector de esa universidad presidirá la eucaristía para recordar a las víctimas de desaparición.
De igual modo, en la Parroquia del Sagrado Corazón de Jesús, en la ciudad de Monterrey, Nuevo León, se llevará a cabo una misa en recuerdo de las y los desaparecidos; la Agrupación de Mujeres Organizadas por los Ejecutados, Secuestrados y Desaparecidos en Nuevo León organiza dicha actividad.
Necesarias políticas públicas efectivas
Cabe recordar que en mayo pasado, el Centro de Derechos Humanos Miguel Agustín Pro, de los jesuitas, acompañó a la señora María Herrera Magdaleno, madre de cuatro hijos desaparecidos, a un encuentro con el papa Francisco.
Ahí, la señora pidió al Santo Padre sus oraciones por las madres que sufren a causa de este flagelo, pero además hacer un llamado a los “gobiernos a buscar a los desaparecidos y a detener la violencia“.
En aquella ocasión, la Provincia Jesuita en México también hizo un “llamado a los gobiernos a buscar a todas las personas desaparecidas, a identificar a las personas que aún no han recibido digna sepultura por la crisis forense y a adoptar políticas públicas efectivas para reducir la violencia. También es una invitación a las iglesias, comunidades de fe y a la sociedad a desarrollar mayor empatía con las víctimas de la violencia”.
El Día Internacional de las Víctimas de Desapariciones Forzadas comenzó a observarse en 2011, luego de ser declarado por la Organización de las Naciones Unidas.