“Dios bendiga el reggaeton. Amén”. Así reza una de las letras de J Balvin, el reggaetonero colombiano cuya música ha dado la vuelta al mundo. Y tan lejos ha llegado que incluso se ha plantado en el Estado más pequeño del mundo para verse con el papa Francisco.
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Actores, modelos y cantantes han estado ayer y hoy en el Vaticano para participar en el primer ‘Vitae Summit’, un encuentro celebrado en la Casina Pío IV –sede de la Academia de las Ciencias Sociales–, con el que la Fundación Vitae Global –creada hace diez años en Argentina– busca “promover el bien común y fomentar una cultura del encuentro” desde el arte. Y Jorge Mario Bergoglio ha pasado esta tarde casi dos horas con ellos.
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“Pocos nos tomamos un ‘selfie’ sonriendo y otro ‘flow latino gang’ con el papa Francisco. Siempre en vibra alta, amor y tolerancia”, ha escrito José Álvaro Osorio Balvín en su cuenta de Instagram acompañando las cuatro fotos que se ha sacado con el Papa y un vídeo en el que el Pontífice, al verle ese ‘flow latino gang’ le ha dicho entre risas: “Mirá que sos travieso, eh”.
¿Quién es J Balvin, el “fan de Dios”?
José Álvaro Osorio Balvín nació en Medellín (Colombia) en 1985 y es uno de los referentes en el panorama musical actual, tanto en el mercado hispano como en el de habla inglesa.
El contacto de Balvin con la fe le llegaría desde muy pequeño, pues estudió en un colegio del Opus Dei. El joven artista comparte todos con sus seguidores, tanto lo bueno como lo malo. Por eso, nunca ha dudado en hablarles sobre su salud mental.
De hecho, el 21 de septiembre de 2019 se presentó en Instagram con una foto suya mirando a cámara y esta confesión tan íntima: “Todos vemos la gloria, pocos saben la historia y mucho menos las batallas internas que la mente puede hacerte. Las sensaciones, y a veces sentir una distorsión de la realidad que no te deja ver claro, es mi caso, y como el de muchos, la ansiedad es algo que hay que tomar en serio, no es de locos, creo que es más loco no creer en eso”.
“Creo en Dios y en el universo, pero también creo en la medicina a tiempo, y en los factores que ayudan a respaldar un mal momento como el deporte, la meditación y la compañía de tus seres queridos, de los reales, de los que te aman por lo que eres. ¡Sí! yo sufro de ansiedad y no es fácil, pero esto también pasará. Todo guerrero ahí afuera pasando por lo mismo que yo: ¡Ve busca ayuda, no estás loco por buscar un psiquiatra, busca ayuda que la salud mental es una realidad, aquí seguimos luchando para encontrar la luz y pido por sus oraciones para mí y para quienes los padecen!”, añadía.
“No soy santo”
A Dios también acudió el cantante colombiano poco antes de embarcarse en un viaje en el que estuvo a punto de morir en 2016 al estrellarse su avioneta en Bahamas. “Desde pequeño mi conexión con Dios siempre fue especial y ahora sigo siendo su mayor admirador; no soy santo ni pretendo ser el que habla de Dios, pero sí su mayor fan”, escribió.
En pleno confinamiento a causa de la pandemia del coronavirus también hubo mensaje en Instagram aludiendo a la fe. “Tengo fe, mucha que todo será mucho mejor. ¿Quién tiene fe como yo?”, escribía junto al emoticono del arcoíris y dos manos unidas como en oración.
