Abogados de la arquidiócesis de Indianápolis consideraron que con esta decisión la Corte Suprema del Estado está protegiendo a todas las instituciones religiosas
Los derechos de libertad religiosa asisten a la arquidiócesis de Indianápolis, por lo que no procede la demanda en su contra interpuesta por un hombre tras haber sido despedido de su trabajo en una escuela secundaria católica, por estar casado con una persona del mismo sexo.
Así fue la decisión de la Suprema Corte de Indiana, argumentando que las instituciones religiosas tienen el derecho de la Primera Enmienda de decidir por sí mismas asuntos de gobierno de la Iglesia.
Además, señaló que “la decisión de la arquidiócesis de si una escuela mantiene su identidad católica es un asunto interno que concierne tanto a la política como a la administración de la Iglesia”.
Por su parte, los abogados de la arquidiócesis aseguraron que la decisión confirmó los derechos de las instituciones religiosas para determinar sus valores. “Los tribunales no pueden decidir qué significa ser católico, solo la iglesia puede hacerlo”, dijo Luke Goodrich, asesor principal del Fondo Becket para la Libertad Religiosa con sede en Washington.
El abogado consideró que al mantener al poder judicial fuera de la identidad religiosa, la Corte Suprema de Indiana está protegiendo a todas las instituciones religiosas para que estén libres de la interferencia del gobierno al decidir sus valores religiosos fundamentales.
El demandante, llamado Joshua Payne-Elliott, argumentaba que líderes de la arquidiócesis de Indianápolis forzaron injustamente su despido en 2019 se la Escuela Secundaria Cathedral -donde se había desempeñado por 13 años como maestro de idiomas y estudios sociales- a partir de la aplicación de una cláusula de moralidad, que prohíbe a los empleados contraer matrimonios con personas del mismo sexo.
De acuerdo con una nota de Crux Now, Joshua Payne-Elliott se casó con Layton Payne-Elliott, profesor de la Escuela Preparatoria Jesuita Brebeuf de Indianápolis, en 2017, por lo que la arquidiócesis ordenó a las escuelas despedir a ambos hombres.
La Preparatoria Jesuita Brebeuf no cumplió con la orden, por lo cual el arzobispo Charles Thompson amenazó con despojar a Brebeuf de su condición de escuela católica, decisión que fue suspendida por funcionarios del Vaticano después de que la institución educativa apelara.
A través de un comunicado, Joshua Payne-Elliott detalló que la Escuela Secundaria Catedral había renovado su contrato anual en tres ocasiones después de enterarse de su relación, hasta que intervino la arquidiócesis.