Después de haber sido creado cardenal por el papa Francisco el pasado 27 de agosto, el cardenal Robert McElroy, obispo de San Diego, ha concedido su primera entrevista, firmada por el corresponsal en el Vaticano de America Media, Gerard O’Connell.
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Así, McElroy ha señalado alguna anécdota del consistorio, como que el Papa tenía preparado un mensaje especial para cada uno de los nuevos purpurados. En su caso, además de instarle a los nuevos desafíos presentes en Estados Unidos, le preguntó qué tal su corazón, ya que fue operado el pasado mes de noviembre.
En cuanto al encuentro de cardenales celebrado los últimos días de agosto, McElroy ha explicado que se profundizó -primero en pequeños grupos de 15 personas y después en común– en la nueva constitución apostólica, Praedicate Evangelium, y sobre cómo trasladarla a las distintas realidades locales.
En sintonía con la nueva constitución apostólica
“Muchas de nuestras conversaciones se centraron en las diferentes situaciones en las que se encuentran las iglesias locales en todo el mundo y cómo enfrentan estas cuestiones de reforma y sinodalidad en las situaciones que enfrentan, que varían bastante”, explica McElroy en la entrevista.
“La integración de ese documento en la vida de la iglesia local se llevará a cabo con el tiempo, así como la especificación de algunos elementos del mismo”, continúa. Asimismo, señala que “había un sentimiento general de que ciertos dicasterios deberían tener constantemente obispos a la cabeza, por ejemplo, el Dicasterio para los Obispos, el Tribunal Supremo de la Penitenciaría Apostólica o el Dicasterio para el Clero”, pero, sin embargo, hay “muchos otros que no necesitan”.
En esta línea, el nuevo cardenal asegura, ante la pregunta sobre la consonancia de los purpurados con una Iglesia sinodal, que estos “apoyan absolutamente” este enfoque, que, sin embargo, tal como entiende el purpurado, no deja de lado ni excluye la jerarquía.