“A pesar de todo, nuestro mundo aún tiene reserva de humanidad y de solidaridad”. Así lo ha expresado el cardenal Juan José Omella, presidente de la Conferencia Episcopal Española, en una entrevista concedida a Irene Pozo, en el programa de COPE ‘La Linterna de la Iglesia’. Sin embargo, el purpurado ha expresado su preocupación por la guerra y por “muchísima gente que no va a poder (sobrevivir) este invierno: el tema del gas, de la electricidad, de quedarse sin trabajo…”.
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Asimismo, Omella ha recordado que “las colas en los comedores de Cáritas han aumentado este verano en un 50%” y que este dato “es grave”. Además, el cardenal ha expresado también su preocupación se centra en las nuevas leyes, como la de la eutanasia y el aborto. En concreto, de esta última hace un balance “muy negativo”: “Me da mucha pena que tengamos que llegar a estos niveles. Somos muy progres, más que ningún país de Europa. Pero, ¿progre, qué es? ¿Es perder el sentido de la vida? ¿Es ir hacia una sociedad en la que se valora más la muerte que la vida?”.
“Yo creo que hay que dar razones para vivir, hay que dar razones para apoyar a las personas que están en dificultades para que encuentren sentido a su vida”, ha continuado Omella. “Ojalá sepamos ser más respetuosos con el gran derecho que tiene la vida”. Concretamente, “que una niña a los 16 años quiera abortar sin decir nada a sus padres… ¡hombre, por Dios! Yo creo que los hijos tienen que abrirse a los padres y los padres acompañar a los hijos”.
La importancia de la educación
Por otro lado, el presidente de la CEE ha subrayado que la Iglesia “no pide privilegios en esta sociedad de hoy, lo que pide es colaborar para el bien común”, ya que “quiere aportar su granito de arena para la construcción” de la “paz, del bien en solidaridad, del bien en justicia y de esperanza”.
En este sentido, ha valorado el papel de la Iglesia en la formación de la persona: “Tenemos que ver la dimensión intelectual, la formación humana, que sean hombres y mujeres de futuro, que tengan acceso al trabajo, bien preparados como personas, que sepan respetar los derechos humanos, y tercero la dimensión trascendente”.
En cuanto a la educación, ha recordado que “los hijos no son del Estado, son de la familia y los padres buscan lo mejor para sus hijos”. Por eso, propone ofrecer “lo mejor, y que elijan porque vivimos en una sociedad absolutamente democrática y creo que eso hay que respetarlo”. “¿Y si son musulmanes y quieren su Religión?”, se ha preguntado, “tienen también su derecho, porque hay que respetar a todas las religiones, el ecumenismo existe. Yo creo que ahí tenemos un debate que no lo afrontamos en toda su profundidad”.
Preguntado por el Consistorio celebrado los días 29 y 30 de agosto, Omella ha explicado que ha terminado “con un sentir de gozo”, por “haber estado con tantos hermanos del colegio cardenalicio, porque algunos están ya jubilados, otros recién creados cardenales…”. Asimismo, ha afirmado que los purpurados están “animados”: “Yo vine animado, viendo que el Papa también está animado y nos transmite esa alegría de evangelizar” con una nueva constitución apostólica que “modifica la estructura de servicio para mejor evangelizar en el mundo de hoy, que es un mundo que ha cambiado desde el Concilio Vaticano II hasta ahora”.