El pasado 31 de agosto se cumplieron 10 años de la muerte del cardenal Carlo Maria Martini, arzobispo emérito de Milán y jesuita conocido en todo el mundo por su divulgación de la ‘Lectio divina’. Su diócesis de referencia, aprovechando este aniversario, quiso recordar a este “protagonista indiscutible de la historia de la Iglesia italiana en los últimos cuarenta años”. Para ello, la Fundación Carlo Maria Martini organizó un acto en la catedral de Milán en el que varios expertos trataron de responder a la pregunta “¿Cuál es el legado del jesuita Carlo Maria Martini, arzobispo de 1980 a 2002?” El director de dicha fundación, el jesuita Carlo Casalone comparte con Vida Nueva los ecos del evento y la herencia del cardenal Martini.
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Un legado inspirador
PREGUNTA- ¿Por qué surgió la Fundación Carlo Maria Martini por iniciativa de los jesuitas?
R.- En su testamento, el cardenal Martini expresó su deseo de dejar sus escritos, tanto publicados como inéditos, a la Provincia Italiana de la Compañía de Jesús. A continuación, nos planteamos la cuestión de cuál es la mejor manera de asumir este importante legado cultural y espiritual. No nos pareció suficiente recoger y conservar los volúmenes que aparecían en su nombre, como si fueran material inerte. De hecho, la figura, el pensamiento y las iniciativas de Martini conservan una fuerte carga inspiradora. ¿Cómo garantizar que sigan expresando su potencial profético y formativo? Por ello, decidimos, junto con la archidiócesis de Milán, crear una Fundación con este fin.
P.- Con motivo del décimo aniversario del fallecimiento, la fundación ha organizado en el Duomo un evento sobre el legado del arzobispo Martini. ¿Cuáles han sido los aspectos más destacados?
R.- Por iniciativa del deán del Duomo, monseñor Gianantonio Borgonovo, en el lugar donde está enterrado Martini hablaron algunos testigos que estuvieron cerca de él: Don Damiano Modena, su secretario en los últimos años de su vida, y el Dr. Luciano Fontana, director del Corriere della Sera. De 2009 a 2012, Martini mantuvo un intenso diálogo con los lectores desde las columnas del gran diario. Recibió miles de cartas, en las que abordó una amplia gama de temas: desde los abusos en la Iglesia hasta el significado de los ángeles. Fue una forma muy eficaz de dialogar con un amplio público, incluso cuando, debido al avance de su enfermedad, se movía y hablaba con dificultad.
Los testimonios se alternaron con la lectura de algunos textos del cardenal sobre temas de actualidad. Por ejemplo, sobre la violencia, de la que Martini muestra la conexión con la noción bíblica de idolatría. Esto último es, de hecho, una forma de absolutización de uno mismo y de olvido del otro, que al fijarse en el propio sufrimiento impide notar (también) el del “enemigo”. Sólo superando esta forma de idolatría es posible alcanzar el diálogo, que sigue siendo el único camino hacia la paz. Otro texto versó sobre la relación entre Rusia y Occidente, pronunciado por el cardenal en una mesa redonda sobre la (descuidada) vocación de Europa por la coexistencia pacífica de las diferencias.
Hablar al corazón
P.- Muchos se han acercado a la Biblia en estos años gracias a los comentarios de Martini. ¿Qué caminos ha abierto el cardenal respecto a la proliferación de grupos bíblicos y propuestas de lectivo divina?
R.- El proyecto pastoral de Martini se inspiró en el Concilio Vaticano II, sobre todo en su compromiso de garantizar “un amplio acceso para todos” a la Biblia (Dei Verbum, cap. VI). La Escuela de la Palabra, que atrajo a un número sorprendente de jóvenes, realizó esta intención de manera ejemplar. Los fieles aprendieron poco a poco a leer, meditar y rezar la Biblia, descubriendo su extraordinaria capacidad para interpretar y enriquecer el sentido de la vida.
P.- Unos proyectos importantes de la fundación son el archivo digital y la publicación de la Opera Omnia. ¿Qué suponen estas dos ingentes tareas?
R.- En primer lugar, hemos organizado un archivo en nuestro sitio web en el que se recogen y se hacen accesibles los distintos materiales, incluidos los de audio y vídeo a través de nuestra página: https://fondazionecarlomariamartini.it/. La Opera Omnia pretende dar un orden y un marco a los textos de Martini, para entenderlos en su momento histórico y mostrar sus conexiones internas. Pero también hemos puesto en marcha algunos proyectos de formación para las generaciones más jóvenes y proyectos de comunicación que ponen a disposición los audios como podcasts.
P.- ¿Qué encuentran en el cardenal Martini quienes lo están descubriendo o redescubriendo ahora cuando han pasado 10 años de su muerte?
R.- Creo que lo más llamativo es su estilo, muy inspirado en la pedagogía de san Ignacio, y su capacidad para tocar las cuerdas más sensibles de la experiencia humana con profundidad y delicadeza, dirigiéndose a la conciencia de cada persona. Escuchó en su interior y en el de los demás las preguntas fundamentales que toda persona se plantea, ayudando a comprender cómo la Palabra de Dios viene al encuentro de esa búsqueda de sentido que anima nuestros deseos.