La colaboración con PPC para la elaboración del ‘Evangelio Popular 2023′ ha sido una experiencia muy enriquecedora para quienes formamos Ain Karem. Desde los inicios hemos definido nuestra vocación como “cantar la Palabra”: anunciar el evangelio de Jesús, su Buena Noticia, y hacerlo a través de la música, de canciones que nacen de la oración y que se sostienen fundamentalmente en la Palabra de Dios.
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Por esta razón conectamos enseguida con la invitación de PPC que nos posibilitaba ahondar en la Palabra, acoger la propuesta diaria que la Liturgia nos ofrece y compartir, con sencillez, una pequeña reflexión que deseamos ayude a otras personas en su oración. Recibimos la petición con alegría y, al tiempo, con respeto y humildad; como oportunidad y también como reto.
Una de los rasgos propios de Ain Karem es la diversidad. Este proyecto –nos gusta más llamarlo así que “grupo musical”– lo componemos personas muy diversas, de diferentes edades y procedencias, religiosas y laicos, insertas en realidades plurales, con distintas responsabilidades, formaciones académicas y configuraciones familiares… La diversidad que nos conforma es una riqueza y, al tiempo, un desafío. Conlleva una disposición y una determinación clara para hacer ese camino sinodal al que hemos sido invitados por el papa Francisco.
Nos gusta llamarlo “proyecto” y no “grupo” porque las canciones que componemos y cantamos surgen del envío pastoral que, ya hace muchos años, recibimos de la Congregación de HH. Carmelitas de la Caridad Vedruna, de nuestra Familia Vedruna. Desde ese envío sentimos que no somos “un grupo que canta”, sino agentes de pastoral que anuncian la Palabra a través de la música y otras expresiones artísticas.
Encuentros oracionales
No hacemos “conciertos”, sino que ofrecemos “encuentros oracionales”, espacios preparados con detalle para poder compartir un tiempo de oración mediante canciones, donde la Palabra es el centro. Espacios sosegados donde encontrarnos con el Dios de la Vida, escucharle y hablar tranquilamente con Él, “recitando salmos, himnos y cánticos inspirados. Cantando y tocando para el Señor con todo el corazón y dando continuamente gracias a Dios Padre-Madre por todas las cosas en nombre de nuestro Señor Jesucristo” (cf. Ef 5, 19-20).
La experiencia en la composición refleja muy bien el modo en el que trabajamos: una persona escribe la letra y la música de una canción, pero eso es siempre “la base”. En el proceso hasta la grabación, cada cual aporta algo: voces, instrumentos, matices, arreglos… De esta forma, en cada nuevo canto experimentamos la fuerza y la creatividad de la Ruah que se vale de todo ello hasta llegar a la obra final.