El Centro misionero diocesano de Concordia-Pordenone, en Italia, ha publicado algunas de las imágenes de estado en que ha quedado la misión mozambiqueña que en la noche del 6 de septiembre sufrió un ataque islamista que le ha costado la vida a una de sus religiosas, la italiana Maria de Coppi. Las instalaciones, ubicadas en la población de Chipene, en la Diócesis de Nacala, al norte del país, han quedado arrasadas. “Destruyeron e incendiaron la iglesia, la casa de las hermanas, el hospital y las máquinas de la misión”, había confirmado la secretaria general de las Hermanas Misioneras Combonianas, Enza Carini.
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Carini ha confirmado, además, “las otras dos hermanas de la comunidad, la italiana Eleonora Reboldi y la española Ángeles López Hernández, lograron escapar y esconderse en el bosque, junto a un grupo de niñas”. Atrás han quedado unas instalaciones y vehículos totalmente calcinados.
Entierro en Mozambique
En esta tierra será enterrada De Coppi, según han confirmado las Obras Misionales italianas que han emitido un comunicado en su recuerdo: “Frente a este nuevo mártir misionero, la presidencia y la dirección de la Fundación Missio se unen en oración y cercanía a las monjas Combonianas y a la diócesis de Pordenone, presentes en el lugar con dos sacerdotes fidei donum que escaparon de la emboscada de esta noche”. También confirman que “el obispo de Nacala y un padre Comboniano están llegando a la localidad de Chipene para dar entierro a la monja asesinada y para rescatar a los sacerdotes y combonianas que quedaron en el lugar”.
Matteo Zuppi, arzobispo de Bolonia y presidente de la Conferencia Episcopal Italiana, ha lamentando la muerte de “otra hermana que con sencillez, dedicación y en silencio ofreció la vida por el amor del Evangelio”. Y es que en el ataque también estaban dos sacerdotes fidei donum de la diócesis de Concordia-Pordenone, Lorenzo Barro y Loris Vignandel. “Rezamos por la Hermana María que durante sesenta años sirvió a Mozambique, que se convirtió en su hogar. Su sacrificio es semilla de paz y reconciliación en una tierra que, tras años de estabilidad, vuelve a ser azotada por la violencia, causada por grupos islamistas que desde hace algunos años siembran terror y muerte en vastas zonas del norte del país. Mi pensamiento, en nombre de las Iglesias en Italia, va a los familiares y hermanas combonianas, a don Lorenzo y don Loris y a todos los misioneros que quedan en muchos países para testificar amor y esperanza”, señaló el cardenal.