En el estado mexicano de Tlaxcala, los habitantes de Apizaco construyeron un pequeño muro para impedir que los migrantes que pasan por ese municipio lleguen al Albergue de la Sagrada Familia, ubicado en esa misma localidad.
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Por lo anterior, la Dimensión Episcopal de Pastoral de Movilidad Humana (DEPMH) expresó su preocupación ante esta acción “discriminatoria que desconoce no solo las necesidades de las personas migrantes que encuentran en este lugar su único refugio”, sino también el trabajo que realiza la diócesis de Tlaxcala a través de las personas que se encuentran al servicio del albergue.
La DEPMH, cuyo responsable es el obispo de Ciudad Juárez, José Guadalupe Torres Campos, manifestó su solidaridad con el albergue, que forma parte de la red de albergues de dicha dimensión episcopal.
Por lo pronto, a través de sus redes sociales, el Albergue de la Sagrada Familia tomó medidas para informar tanto a los bienhechores como a los migrantes de una ruta alterna para sortear el muro.
El egoísmo crea muros
La DEPMH pidió a la comunidad tlaxcalteca ser empáticos con la situación y unirse para proteger los intereses del albergue, “el cual representa el corazón bondadoso y generoso de esta comunidad”.
De igual manera, a las autoridades les solicitó facilitar espacios de diálogo para solucionar las controversias que se generen a partir de esta acción emprendida por los habitantes de Apizaco.
La DEPMH hizo votos para que Santa María Virgen, Reina de México y Emperatriz de América, acompañe en este momento al personal del albergue “con fortaleza y sabiduría, ante el egoísmo que crea muros, alejándonos cada vez más de nuestros hermanos y hermanas que necesitan de nuestra bondad”.
El refugio de los migrantes
El Albergue de la Sagrada Familia se encarga de acoger y proteger a las personas migrantes que se encuentran en situación de vulnerabilidad.
En el año 2021 atendió al menos a 11 mil 625 personas que migraron forzadamente de sus países de origen y que transitaban por el estado de Tlaxcala. Dentro de la población que atiende el albergue se encuentran mujeres embarazadas, niños, niñas y personas con alguna discapacidad.
A pesar de las limitantes –explica la DEPMH- tanto humanas, como estructurales y económicas con las que cuenta el albergue, se ha logrado atender de forma digna las necesidades de todas aquellas personas que llegan solicitando ayuda.
