Ya es inminente la visita del papa Francisco a Kazajistán, que dará comienzo mañana, 13 de septiembre. Ante esto, el cardenal secretario de Estado del Vaticano, Pietro Parolin, ha explicado a Vatican News que el Papa, además de participar en el 7º Congreso de Líderes de Religiones Mundiales y Tradicionales, tendrá también “momentos dedicados a la comunidad católica local”.
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Así, el Papa celebrará la misa en la plaza de la Expo y mantendrá un encuentro con los obispos, el clero, las personas consagradas, los seminaristas y los agentes de pastoral en la catedral de la Madre de Dios del Perpetuo Socorro de Nur-Sultan.
“La Iglesia católica es muy apreciada y representa, dentro de un panorama religioso-cultural extremadamente variado, una realidad reducida pero significativa”, ha expresado Parolin, haciendo referencia a las más de 18 religiones que hay registradas en el país asiático.
Encuentro y diálogo
Asimismo, ha subrayado que la comunidad católica “sin duda se sentirá alentada por la presencia y las palabras del Papa a renovarse en la fe, la esperanza y la caridad, a continuar su misión de testimonio, tomando su ejemplo de tantos testigos del pasado, como el beato padre Władysław Bukowiński, el beato padre Alexis Zaryckyj y el beato obispo Mykyta Budka, y a contribuir, junto con otros grupos religiosos, a la construcción de una sociedad unida, armoniosa y pacífica”.
El evento en el que participará el Papa y que reunirá a los principales líderes religiosos del mundo “ha tomado como modelo la Jornada de oración por la paz en el mundo, convocada en Asís por el Papa San Juan Pablo II el 24 de enero de 2002, para reafirmar la contribución positiva de las diferentes tradiciones religiosas al diálogo, la armonía y la concordia entre los pueblos”.
En este sentido, Parolin ha expresado su deseo de que este congreso “se convierta en una oportunidad de encuentro y diálogo” en un contexto de guerra como el que vive Europa actualmente. “La guerra nunca es un acontecimiento ineludible”, ha recordado, ya que “tiene sus raíces en el corazón del hombre, que se deja llevar por la vanagloria, el orgullo, la arrogancia y la avaricia”.
