El Papa “siempre está dispuesto a viajar a China”. En los saludos que realizó a los periodistas que le acompañaron en el vuelo desde Roma hasta Nursultán, la capital de Kazajistán, adonde llegó este martes y donde permanecerá hasta el jueves para participar en el Congreso de Líderes de religiones mundiales y tradicionales, Francisco volvió a mostrar su deseo de visitar el gigante asiático, como ya había hecho en diversas ocasiones en los últimos años. En una de ellas dijo incluso estar dispuesto a partir “mañana mismo” hacia Pekín.
- PODCAST: Juan Pablo I, la persona tras el beato
- ¿Quieres recibir gratis por WhatsApp las mejores noticias de Vida Nueva? Pincha aquí
- Regístrate en el boletín gratuito y recibe un avance de los contenidos
La nueva muestra pública de las ganas que Jorge Mario Bergoglio tiene de viajar a China se produjo después de que uno de los 80 periodistas presentes en el vuelo papal le contara que, durante su estancia en Nursultán, iba a coincidir con el presidente chino, Xi Jinping. El presidente kazajo, Kassym Jomart K. Tokayev, tiene previsto recibirle mañana, mientras que hoy acogerá al Pontífice, que en su conversación con un reportero del diario católico francés ‘La Croix’ reconoció que no estaba informado de la visita de Xi a Nursultán.
El “sacrificio” de saludar a los periodistas
Pese a sus problemas de movilidad, Bergoglio recorrió los pasillos del avión para ir saludando uno a uno a todos los periodistas, ayudándose de un bastón. Alguno de los informadores le comentó que esto suponía hacer un esfuerzo innecesario debido a los dolores que sufre en una rodilla, a lo que el Papa respondió que estaba dispuesto a realizar este “sacrificio”.
Como es habitual en los vuelos de ida en sus viajes apostólicos, Francisco recibió varios regalos de parte de los reporteros. Valentina Alazraki, periodista del canal mexicano Televisa y decana de los vaticanistas, le entregó una escultura de una paloma blanca, símbolo de la paz, realizada por el Movimiento Mexicano Unidos por la Paz. La española Eva Fernández, de la Cadena Cope, por su parte, le hizo llegar una ‘capulana’, una suerte de pareo, la tela símbolo de las mujeres de Mozambique, realizada por las Misioneras Combonianas, la congregación a la que pertenecía la religiosa María de Coppi, recientemente asesinada en este país africano. Fernández le dio también a Francisco un comunicado de las Combonianas en las que reafirman su voluntad de continuar en Mozambique pese a lo sucedido con De Coppi.
