Kirill no esconde su apoyo a Vladimir Putin y a su cruzada contra Ucrania. Es más, tal como señaló en una celebración el pasado viernes –cuyas palabras fueron recogidas por Katholisch–, Rusia se encuentra ahora mismo en una “misión fatídica” contra las potencias extranjeras.
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“Rusia atraviesa un momento muy difícil, por lo que ahora se debe orar especialmente por nuestra patria, por nuestro presidente para que el Señor lo haga más sabio, lo fortalezca, lo guíe y lo proteja de los pecados y errores, y al mismo tiempo lo inspire a actuar de tal manera que nuestra patria esté protegida de todas las amenazas externas”, dijo el patriarca de Moscú.
Soberanía y fuerza de la fe
Asimismo, Kirill señaló que el hecho de que Rusia no dependa de ningún centro de poder extranjero como un “gran privilegio, pero también una gran cruz, porque siempre hay quienes quieren traer un país rico y fuerte como Rusia a su esfera de influencia”.
“Sabemos que el mundo está en problemas, pero Rusia continúa con su existencia histórica verdaderamente soberana, y cuando miramos nuestra historia, vemos que la soberanía se debe en gran parte a la fuerza del espíritu del pueblo ruso, a la fuerza de la influencia espiritual de la Iglesia en nuestra Patria”, añadió Kirill.