En todas las misas de todas las iglesias católicas del país, este domingo se hará una oración especial para pedir a Dios por los niños, adolescentes y jóvenes que han sido reclutados por el crimen organizado.
Esta es una iniciativa de la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM), la Compañía de Jesús en México y la Conferencia de Superiores Mayores de Religiosos en México, surgida a partir del asesinato de dos jesuitas en la Sierra Tarahumara (Chihuahua) en junio pasado.
Con este fin, la Comisión Episcopal para la Pastoral Litúrgica (CEPALI), cuyo presidente es el arzobispo de Puebla de los Ángeles, Víctor Sánchez Espinosa, publicó un subsidio para la celebración de la eucaristía del 18 de septiembre.
Y es que -según la CEM- alrededor de 250 mil niñas, niños y adolescentes se encuentran en situación de riesgo de ser reclutados y utilizados por los grupos delictivos en el país.
Al respecto, el numeral 38 del Proyecto Global Pastoral (PGP) de los obispos mexicanos refiere “el compromiso que tenemos (como Iglesia) para con nuestros adolescentes y jóvenes: ‘…reconocerlos como protagonistas de una transformación social y sujetos de una nueva etapa en la evangelización en nuestras comunidades juveniles, desde un proyecto de vida, orientado hacia su propia santidad'”.
El mismo numeral del PGP señala: “sabemos que muchos jóvenes de México expresan su respeto por los valores evangélicos y un gran deseo de conocer más profundamente a Cristo; que aprecian el acompañamiento cercano de sus pastores y que participan con alegría y un gran entusiasmo, pidiendo ser tomados en cuenta con responsabilidades dentro de la Iglesia”.
En el subsidio propuesto por la CEPALI para la celebración eucarística de este domingo se sugiera la lectura de lo siguiente:
“Nos congregamos en torno al Altar del Señor, para celebrar su Misterio Pascual, con Él y en Él damos gracias a Dios por los adolescentes y jóvenes de nuestro país, pidiendo para que permanezcan fieles a Jesucristo y ayuden a la Iglesia a mantenerse joven”.
Y continúa: “Somos conscientes que muchos de ellos han sido reclutados por la delincuencia, por eso hoy, oramos por todos ellos, y recordamos que el mensaje más importante que deben conocer es que Dios los ama y está presente en sus vidas, que es el único que puede ayudarlos a salir de esa situación”.
“Reconociendo los talentos y dificultades de los adolescentes y jóvenes a partir de su realidad, vivamos profundamente esta Eucaristía, para que, desde la novedad del evangelio, ellos redescubran la presencia de Cristo en sus vidas“, se señala en el subsidio.