Lo de que cualquier tiempo pasado fue mejor es una ilusión. Y esto bien lo sabe el nuncio apostólico en España, Bernardito Auza, quien, en declaraciones a Europa Press, ha advertido que a pesar del progreso que ha alcanzado la sociedad actual, hay más guerras y más refugiados que nunca.
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“Pensamos que siempre estamos en progreso, avanzando, tenemos el orgullo de que hemos logrado niveles científicos, también sociales, etcétera, no es verdad, hay más guerras que jamás, hay más refugiados que jamás, hay más inmigrantes que jamás”, ha advertido el nuncio apostólico este lunes, tras intervenir en el congreso ‘Relaciones Abrahámicas. Historia, retos y perspectivas’, organizado desde el Centro de Estudios, Formación y Análisis Social (CEFAS-CEU) junto con ACTON INSTITUTE y celebrado en el Colegio Mayor Universitario de San Pablo.
Todo ello, ha subrayado Auza, es consecuencia de conflictos que “provocan hambre, falta de trabajo, la desintegración de las comunidades, de las familias”. “Cuando pensamos que lo hemos hecho mucho mejor que en el pasado, muchas veces no es verdad, tenemos que reflexionar por qué”, ha aseverado.
Ejemplo de ello, tal como ha señalado, es que Europa “nunca habría pensado” que se podría producir en su territorio una guerra como la que vive Ucrania actualmente. Esto, para Auza, es algo “trágico” pero que, al mismo tiempo, debe entenderse como “una lección”.
“Locura de poder”
“Es una cosa trágica para Europa y es casi también una lección”, ha aseverado, “he trabajado en la ONU y los europeos y norteamericanos creían que las guerras y conflictos podían suceder solo en África y Asia. Es casi una admonición. La paz jamás se realiza para siempre, hay que trabajar siempre para que la paz pueda permanecer y ser lo más estable posible”, ha apostillado Auza.
Según su experiencia, “las guerras son provocadas por mala comprensión, interpretaciones de actos, sin tratar primero en modo de negociación, de diálogo”. Por ello, “cuando la guerra sucede es porque el invasor, el dominador, quiere ser superior y nada más, la locura del poder”.
Sin embargo, ha matizado que “también hay otras causas que habrían podido ser sujetos de conversación, de negociación pero que las partes no quieren tratar, no quieren hacer sacrificios, pero esas son causas muy comunes en todos los conflictos del mundo”.
Convivencia y respeto
Sobre el tema del congreso ‘Relaciones Abrahámicas. Historia, retos y perspectivas’, el nuncio ha apuntado que “la vía de la convivencia, del respeto recíproco es conocerse mejor”, así como “leer los acontecimientos negativos en una perspectiva más grande”.
“Lo fundamental es comprender mutuamente lo que cada uno cree, respetar al mismo tiempo, buscar en todas las maneras vivir juntos como hermanos todos, reconocer que hay muchísimos elementos en común porque somos todos seres humanos y, por supuesto, lo esencial es que todos creemos en Dios”, ha concluido.