Reflexiones sobre el carácter episcopal y una mirada a la historia. El papa Francisco firma el prefacio del nuevo libro del cardenal Angelo Bagnasco –Pastores dentro. Iglesia, sociedad, persona (San Pablo)–, en el cual recoge los discursos de su segundo mandato como presidente de la Conferencia Episcopal Italiana.
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“Me siento feliz de poder presentar el hermoso libro”, escribe el Papa, ya que se trata de un texto en el que el purpurado se centra “en algunos temas como la educación, la familia, la gran pobreza y la política, con la intención de reconducirlos a su principio original, es decir, el anuncio de Jesús”.
“Recorrer estas páginas no es sólo un homenaje a la historia, sino que, por el contrario, es una ayuda para la relectura de hoy, que ve cómo los numerosos temas recordados están dramáticamente vivos”, explica Francisco. “Todo dentro de la mirada de quien es pastor”, apunta, ya que “el pastor es aquel que debe servir en primer lugar a sus hermanos en el Señor, sabiendo que su vida no le pertenece porque se la ha entregado a Dios, Padre amoroso, generoso y misericordioso”.
Pastores con olor a oveja
Así, Francisco recorre esas virtudes del ‘obispo ideal’: en primer lugar, que muestre “la misericordia divina para que la verdad brille como el bien de todos”, ya que “la verdad, en efecto, libera y la misericordia cura”.
“El pastor debe anunciar la Palabra de Dios y encarnarla en la vida de la Iglesia y del individuo”, continua el Papa, porque “en este anuncio, y en el camino que sigue, se encuentra la verdadera alegría de los pastores que -como ya he dicho en otro lugar- llevan “el olor de las oveja”: pastores que viven en medio de su rebaño y son pescadores de hombres”.
En definitiva, lo que Francisco hace es una llamada a que los obispos sean “pastores dentro”, como sugiere el título del libro: “es decir, dentro de la vida de las personas, de las comunidades, del país, dentro de la mirada de los heridos y de los excluidos, de los que no dejan de ver el futuro que hay que vivir con otros y para otros”.