El papa Francisco ha recibido hoy en audiencia a la Comunidad Católica Shalom, nacida hace cuarenta años en Brasil y cuyos miembros fundadores están estos días en Roma en un encuentro. Durante su discurso, Francisco ha subrayado las palabras del fundador, Moysés Louro de Azevedo, quien señaló que la comunidad “nació hace cuarenta años durante una celebración eucarística, en el momento del ofertorio”.
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“¡Esto es importante!”, ha apuntado el Papa. “No nació ‘en la mesa’, con un lindo plan diseñado por él o por alguien más. Nació en la oración, en la Liturgia“. Y es que es precisamente a través de la oración y la Liturgia como “el Espíritu Santo quien hace vivir a la Iglesia, quien la impulsa hacia adelante”.
Asimismo, el Papa ha recordado que, durante los cuarenta años transcurridos desde que han pasado desde su fundación, “se ha perfilado la fisonomía de la comunidad, pero es un proceso aún no concluido”, ya que “el fundador aún está a vuestro lado y, por lo tanto, todavía estás en una fase fundacional”. En este sentido, el Papa ha exhortado a la comunidad a “permanecer dóciles a la acción del Espíritu, abiertos a la escucha recíproca ya las orientaciones de la Iglesia, para discernir mejor cómo proseguir vuestro camino”.
Responsabilidad y prudencia
“Esta comunidad nace de un acto de ofrecimiento de sí mismo”, ha continuado Francisco. “Esta es una gracia, porque ha suscitado y suscita aún en muchos jóvenes el deseo de una donación igual”, pero, además, “es una invitación a la responsabilidad y a la prudencia”.
En este sentido, “la docilidad al Espíritu Santo, la experiencia y la escucha de la Madre Iglesia os enseñarán a evitar siempre cualquier forma de injerencia en la conciencia personal; os enseñarán a hacer que las diversas formas de vida común en vosotros protejan siempre la justa autonomía y las necesidades de las diversas vocaciones: de los sacerdotes, de los casados y de los que han optado por el celibato para la misión”.
