“No perdamos la esperanza ante los lentísimos progresos realizados en el programa de desarme, en particular, en el desarme nuclear”. Así lo expresó, tal como recoge Vatican News, el arzobispo Paul Richard Gallagher, secretario para las Relaciones de la Santa Sede con los Estados y las Organizaciones Internacionales, en una declaración pronunciada esta mañana en Viena, en la primera jornada de los trabajos de la 66ª Conferencia General del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), que se celebra del 26 al 30 de septiembre, en Viena (Austria).
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Precisamente manteniendo la esperanza de un mundo libre de amenaza nuclear, Gallagher ha recordado que la Santa Sede ha firmado y ratificado el Tratado sobre la Prohibición de las Armas Nucleares, “con el objetivo de ir más allá de la disuasión nuclear hacia un mundo completamente libre de armas nucleares, afirmando que las armas nucleares son armas de destrucción masiva y del medio ambiente”.
“Debemos avanzar con perseverancia y determinación en nuestros esfuerzos comunes para lograr la eliminación de las armas nucleares”, ha continuado el representante de la Santa Sede, y “hacer todo lo posible para evitar el desmantelamiento de la arquitectura internacional de control de armas, especialmente en el ámbito de las armas de destrucción masiva”.
Silenciar las armas
“Un mundo libre de armas nucleares es necesario y posible”, ha insistido. “En medio de los terribles conflictos y revueltas de los que somos testigos en muchas partes del mundo, y ante la continua escalada de la guerra en Ucrania, con palabras y acciones que corren el riesgo de dejar menos espacio a las soluciones diplomáticas, nunca debemos abandonar la búsqueda del diálogo”, ha señalado.
Precisamente en un momento de gran incertidumbre a nivel internacional, “en el que el mundo parece encontrarse en una encrucijada y en el que la amenaza del uso de las armas nucleares ha vuelto a asaltarnos, la Santa Sede hace un llamamiento a todas las naciones para que silencien todas las armas y eliminen las causas de los conflictos mediante el recurso incansable al diálogo y la negociación”.
Asimismo, el prelado vaticano ha subrayado que “las relaciones internacionales no pueden ser prisioneras de la fuerza militar, la intimidación mutua y la exhibición de arsenales de armas”. Y es que las armas de destrucción masiva “no crean más que una falsa sensación de seguridad”, y, desde luego, “no pueden constituir la base de la coexistencia pacífica entre los miembros de la familia humana, que debe inspirarse más bien en una ética de la solidaridad”.
Participación de Pietro Parolin
Por su parte, el cardenal secretario de Estado del Vaticano, Pietro Parolin, quien también ha participado en la conferencia, ha advertido “lo cerca que está el mundo del abismo de una guerra nuclear”.
Además, Parolin ha criticado la actuación de los estados con arsenal nuclear: “Mediante la modernización y la expansión de los arsenales nucleares, estos Estados siguen confiando en la disuasión atómica, en lugar de cumplir con sus obligaciones de desarme en virtud del artículo VI del Tratado de No Proliferación Nuclear”.