Pese a los intentos desesperados del régimen islámico de Irán por controlar la situación, se cumplen ya once días de protestas en todo el país en rechazo del asesinato de la joven kurda Mahsa Amini, secuestrada y torturada en Teherán por la policía moral tras considerar que no llevaba correctamente puesto el velo. La agitación social es tal que, según datos de Iran Human Rights, se registran ya 76 muertos y se ha encarcelado a 1.186 personas. Además, se silencia a los medios y se corta la conexión a Internet para que no se propague la revolución, pese a lo cual está teniendo incluso una fuerte resonancia internacional.
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Sin duda, una crisis sin parangón en un régimen, el de los ayatolás, que se ha mantenido con mano de hierro desde que, en 1979, cayera el Sah de Persia y triunfara la Revolución Islámica. Cuatro décadas en las que las minorías han sido aplastadas por el integrismo oficial y en las que las mujeres han resultado especialmente malparadas, levantándose ahora miles de ellas en las calles cortándose el pelo y quitándose sus velos.
Batalla por la verdad
En otro gesto igualmente significativo, los cristianos iraníes, también brutalmente reprimidos (se persiguen duramente las conversiones desde el islam), han dado un paso adelante y, en un comunicado ratificado por varias entidades (el Consejo Hamgaam de Iglesias Iraníes Unidas, Article18 y el Centro Teológico Pars), anuncian que “se unen a la batalla por la verdad y la justicia por la muerte de Mahsa Amini”, a quien le fue arrebatada la vida con apenas 20 años “solo porque pensaban diferente”.
En su mensaje, difundido por Asia News, los cristianos iraníes explican que “condenamos al unísono la opresión sistemática de las mujeres y la violación generalizada de los derechos humanos en Irán. Al mismo tiempo, exigimos libertad, justicia e igualdad de derechos para todos los iraníes.
Watch to the end.
“I am a transgender person and as you know LGBT community in Iran is suffering a lot so I joined the protest to show our solidarity with #mahsaAmimi . Just recently 2 women from LGBT received death sentence. We want freedom and dignity.#مهسا_امینی pic.twitter.com/ZKIytbqSak
— Masih Alinejad ?️ (@AlinejadMasih) September 27, 2022
Valentía sin precedentes
Tras aplaudir “la valentía sin precedentes” de los manifestantes, que se juegan la vida para clamar simbólicamente contra la obligación de llevar velo, a su juicio “una clara violación de los derechos humanos”, piden que esta y “otras normas discriminatorias” sean abolidas.
Conscientes de estar en un momento histórico que desemboque en un cambio real para su país, los firmantes proclaman que “Estamos todos unidos, sin distinción de etnia, religión, idioma o credo, en esta lucha contra el dolor compartido de la injusticia, la opresión y la dictadura religiosa, así como nuestra esperanza de vida, libertad e igualdad”.
Las comunidades eclesiales cierran su mensaje pidiendo “a todos nuestros hermanos cristianos” que estén “al lado de los sin voz y de los oprimidos, defendiendo sus derechos, como enseña la Biblia y el mismo Jesucristo con su vida”.
Preocupación en la ONU
En las últimas horas, la ONU ha mostrado su “preocupación” por el deterioro de la situación en Irán, temiendo que el régimen del ayatolá Ali al-Sistani, que en el período reciente ya había incrementado su represión contra las minorías (hace unas semanas se ejecutó a dos homosexuales), opte por una guerra sin cuartel contra los manifestantes.
Así, la portavoz del Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos, Ravina Shamdasani, ha denunciado que, entre los cientos de detenidos, hay numerosos “defensores de los derechos humanos, activistas de la sociedad civil y al menos 18 periodistas”.