“La Divina Providencia tenía un plan”. Es la conclusión a la que ha llegado Tamara Falcó tras romper con el que hasta hace una semana era su prometido, Íñigo Onieva, después de que trascendiera a la luz pública una infidelidad a través de un vídeo.
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En el marco de su intervención semanal en el programa de televisión El Hormiguero, la marquesa de Griñón desveló que este verano viajo al santuario mariano de Medjugorje. “Si no es el hombre de mi vida, quítamelo”, le dijo la hija de Isabel Preysler a Nuestra Señora de la Paz, la advocación mariana presente en este enclave de Bosnia Herzegobina.
Creer en la fidelidad
“Lo que no sabía era que los planes de la Virgen era quitármelos con la televisión delante”, añadió Tamara con ironía sobre la viralización de las peripecias de su ex novio. A la par, hizo una defensa de la fidelidad: “Puedes estar en el mismísimo infierno y permanecer fiel, si verdaderamente para ti es un pilar importante”.
Más allá de esta reflexión, lo cierto es que en cada una de las intervenciones mediáticas de estos últimos días, Tamara ha subrayado cómo “me he refugiado en Dios en todo momento”.