Este domingo 2 de octubre el pueblo brasileño va a las urnas, en una primera vuelta, para elegir un nuevo presidente entre el actual mandatario Jair Bolsonaro y Lula da Silva. La campaña ha estado marcada por un extremo clima de polarización.
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Walmor Oliveira, arzobispo de Belo Horizonte y presidente de la Conferencia de Obispos de Brasil, aboga por la buena política, porque “es tarea cristiana asumir la ciudadanía adecuadamente, buscando contribuir para edificar una sociedad más justa, solidaria y fraterna”.
Por tanto, ha invitado a “construir un mundo con el sabor del Evangelio, porque somos ciudadanos y ciudadanas del Reino de Dios en camino” y “no podemos cruzar los brazos actuando con indiferencia con relación a las injusticias que manchan la sociedad donde vivimos”.
La mejor política
Si bien Oliveira ha expresado que la Iglesia no toma partido ni presenta ningún candidato, pide “voten conscientemente, pues el proceso electoral es muy importante”, por cuanto el voto “impacta decisivamente el presente y el futuro” del país.
Sobre esto ha señalado que se debe “discernir para reconocer qué candidatos son capaces de fortalecer y practicar la mejor política”, proponiendo aspectos centrales de la encíclica Fratelli tutti: “La mejor política es la que está al servicio del bien común”.
“Los candidatos y candidatas que en vez de buscar responder a intereses personales o de grupos privilegiados, están al servicio de la vida, y no solo en una de sus etapas, sino en todas, de la concepción a la muerte con declino natural”, apuntó.
El prelado ha recordado que “hoy muchas personas enfrentan el hambre en nuestro país, hay un descaso en el tratamiento de la casa común, amenazando el futuro de todos nosotros”, por ello, “el voto consciente para que podamos encantar la política y hacerla siempre y cada vez más una bonita expresión de la caridad, camino para la construcción de una sociedad más justa, solidaria y fraterna”.
Foto: CNBB