El pasado 6 de septiembre, la religiosa italiana Maria de Coppi fue asesinada en un ataque islamista a las instalaciones que las combonianas tienen en la población de Chipiene, en la diócesis de Nacala (Mozambique). Hoy, el obispo de la misma diócesis, el español Alberto Vera, ha dicho durante su intervención en la conferencia ‘Mozambique: entre el yihadismo y la pobreza’, organizada por Ayuda a la Iglesia Necesitada, que “seguramente” abran el proceso de canonización de la religiosa.
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“Es posible que se pudiera hacer un proceso de canonización por martirio”, ha confirmado el obispo. “Ya hubo uno similar por un catequista asesinado hace unos años”, ha señalado, aseverando que, desde la diócesis, “seguramente sí abriremos el proceso de canonización”. Un proceso en el que, si bien debe esperar cinco años después de la muerte para comenzar, él mismo podría dar testimonio: “Compartí con ella varias ocasiones. La imagen que tengo de ella es el de una madre. Era enfermera, atendía a niños, a bebés desnutridos en una salita que también destruyeron totalmente”.
“La lectura que hacemos es que no quieren que estemos ahí”, ha señalado el prelado. Y es que, tal como ha subrayado, “el ataque a las misiones, que tienen presencia internacional, manda un mensaje”. “Está metido en la mente, a nivel internacional, que es una guerra de religión”, ha continuado, subrayando que esa no es la misma percepción que tienen los lugareños. “Aquí no lo creemos. Puede que haya algún yihadista, pero los intereses son muy distintos”, ha apuntado.
Un futuro para los jóvenes
Por ejemplo, “es una zona por la que llega la droga, la heroína de Pakistán, de India… Además, alguien está subvencionando todo el armamento del terrorismo. También ha habido raptos de jóvenes, muchas veces seleccionadas, se sospecha que para ser traficadas como prostitutas”. En definitiva, Vera ha subrayado que el principal problema no es otro que “el dinero”. “No digo que no pueda haber 50 fanáticos, pero realmente el problema no está en la población y sus creencias. El problema viene de fuera”, ha insistido el obispo.
“Mozambique podría ser uno de los países más ricos del mundo”, ha reconocido, haciendo referencia a los recursos naturales del territorio, como el gas o el oro, que no se han podido explotar por falta de recursos y la inestabilidad de los últimos años.
Ha destacado también el grave problema que hay en la educación en el norte del país. “Las jóvenes están condenadas a quedarse en el campo y ser madres, mientras los jóvenes, que no saben leer ni escribir, empiezan a manejar la tecnología y están expuestos a imágenes de ostentación. Así les han captado los grupos terroristas, por motivos económicos. Esto ha pasado no solo con musulmanes, sino también con algún cristiano”. Por eso, el obispo subraya que el trabajo más importante que hay que hacer es “el de la educación y dar oportunidades”.
