Todo comenzó en 2018. El papa Francisco en su visita a Puerto Maldonado anunciaba el Sínodo para la región Panamazónica, cuenca que congrega a nueve países, considerada el pulmón del mundo.
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Desde entonces se constituyó un camino sinodal muy particular, donde participaron 85.000 personas en una escucha atípica que buscaba cimentar las bases de este evento, que finalmente se realizó en octubre de 2019.
Por ello, el Consejo Episcopal Latinoamericano y Caribeño (Celam), la Red Eclesial Panamazónica (Repam), la Conferencia Eclesial de la Amazonía (Ceama), la Confederación Latinoamericana de Religiosos (CLAR) y Cáritas Latinoamérica han iniciado la campaña “Frutos del Sínodo Amazónico”.
Se trata de un serie de piezas comunicacionales: videos, podcast y línea gráfica en el que recogen testimonios desde las diversas realidades territoriales en el que se hace un balance de estos tres años de recorrido a la luz del Documento Final y de Querida Amazonía.
El protagonismo de las mujeres
Daniela Cannavina, secretaria general de la CLAR, ha dicho que la Vida Consagrada del continente está de júbilo por los tres años del Sínodo Amazónico, porque “hemos estado animando con diversas acciones la puesta en marcha del documento conclusivo y de la exhortación Querida Amazonía”.
La religiosa ha destacado que “en este proceso la mujer tiene un lugar preponderante, el estilo femenino de actuar y comprender los acontecimientos, a la par de haber sido muy visible en el transcurso del sínodo, lo es aún más en los espacios territoriales”.
Ha mencionado que se están consolidando la Red Itinerante de mujeres, en conjunto con la Repam, como “testimonio de unidad, sintonía y de reflexión conjunta”, porque “las mujeres, a través de sus palabras y acciones, se expresan en favor del bien común entre los pueblos amazónicos”.
El árbol de chontaduro
Esta apuesta de la Iglesia amazónica tiene como símbolo el árbol. “Un arbol que crece desde las raíces, ramas y da frutos, que al caer forman el nombre “Frutos del Sínodo Amazónico”, ha explicado, Julio Caldeira, responsable de comunicación de la Repam.
“Es un árbol de chonta que se da mucho en la Amazonía, tiene muchas propiedades para indígenas, campesinos y afros de la región. Es más, es un árbol que se ha extendido incluso a otras partes de América y el Caribe”, apuntó el misionero de La Consolata.
El chonta, conocido también en otras regiones como chontaduro, en idioma shuar se conoce como uwi. Llega a medir hasta 15 metros y da frutos durante todo el año.
Para Aura Orozco, del equipo de comunicación de la Ceama, “así como el chontaduro se ha extendido por muchas partes, nosotros queremos también que el rostro amazónico de la Iglesia se vaya extendiendo y conociendo”.
“De ese mismo modo queremos que la Iglesia en la Amazonía se vaya expandiendo por el mundo, puesto que precisamente queremos amazonizarlo. El Papa siempre ha tenido presente la Iglesia amazónica, se ha evidenciado con su respaldo a los estatutos de la Ceama”, ha explicado Aura Orozco, referente de comunicación de la Ceama.
Foto: Shutterstock