Chile: comenzó la 3ª Asamblea Eclesial Nacional

09/10/2022 | Roberto Urbina Avendaño

Delegados de todas las diócesis y organismos eclesiales buscan discernir las orientaciones para el futuro de la Iglesia en el país

El local del Colegio de La Salle, en Santiago, ha recibido a los 600 representantes de las 27 jurisdicciones eclesiásticas, de congregaciones religiosas y otras organizaciones eclesiales, que se reúnen en la 3ª Asamblea Eclesial Nacional, desde el viernes 7 al domingo 9, los 3 días completos.

Se propone como objetivo “discernir los cambios y conversiones que tenemos que asumir para cultivar relaciones más evangélicas tanto al interior de nuestras comunidades como en la relación con otras realidades que nos interpelan; y de esa forma responder al anhelo de ser una Iglesia más sinodal, profética y esperanzadora”.

Reacción a la crisis de los abusos

La primera asamblea eclesial nacional se realizó en octubre de 2007, como una expresión de comunión y participación para la elaboración de las Orientaciones Pastorales Nacionales 2008-2012, acogiendo en ellas las conclusiones de la V Conferencia Episcopal Latinoamericana, de Aparecida, y teniendo en perspectiva el Bicentenario del país. En junio de 2013 tuvo lugar la segunda asamblea que buscó discernir la realidad nacional, social y eclesial para un mejor servicio evangelizador de la Iglesia a la sociedad chilena.

Esta 3ª Asamblea fue acordada por la Asamblea Plenaria de obispos en julio de 2018 luego de la dolorosa explosión de abusos sexuales, de conciencia y de poder en la Iglesia, tras la visita del papa Francisco y la posterior convocatoria a los obispos chilenos al Vaticano. Se inició un proceso de discernimiento fuertemente marcado por procesos de escucha en encuentros realizados en todas las diócesis y organismos eclesiales.

La crisis social de octubre de 2019 permitió incorporar en los encuentros el clamor por justicia, paz y dignidad, temas que emergieron con fuerza en la discusión del país. Sin embargo, en 2020 la pandemia puso en suspenso este proceso, impulsando a muchas comunidades a vivir la fraternidad al servicio de los más necesitados durante, relevando el valor de la solidaridad comunitaria, donde agentes pastorales de capillas y parroquias salieron al encuentro de quienes sufrían tanto en lo material como en lo espiritual.

Aportes para otras consultas

La consulta para la Asamblea Eclesial Latinoamericana de 2021 reimpulsó el camino de discernimiento, de manera remota. Varias comunidades hicieron llegar propuestas a esa consulta eclesial continental. Estos aportes se sumaron al proceso nacional. El 2020 se dio a conocer el “Informe de Sistematización” del tiempo de escucha y discernimiento desarrollado en 2019 que recogió más de seis mil opiniones de comunidades y personas que abrieron su corazón, manifestando su rabia, dolor, pero también su bondad, fe y esperanza de renovación desde la crisis vivida.

Ese Informe permitió constatar que “no partíamos de cero” tras la invitación realizada por el papa Francisco a vivir un Sínodo sobre la sinodalidad, que se iniciaría con una consulta en todas las diócesis del mundo. Fue un nuevo impulso, ahora decisivo, para que muchas comunidades se hicieran parte de este tiempo sinodal, aportando no solo al llamado del papa sino también al proceso nacional de discernimiento, que tiene un hito importante en esta 3ª Asamblea Eclesial Nacional.

El trabajo de los 3 días

Ahora, la Asamblea, el primer día, con el viento como elemento inspirador, abordará las relaciones al interior de la comunidad eclesial para identificar los cambios que se anhelan en ellas. Al día siguiente será el aceite el elemento inspirador para identificar los desafíos que enfrenta la Iglesia en el Chile de hoy y las conversiones necesarias desde el Evangelio. Con el agua como elemento inspirador, el tercer día, luego de la presentación de la sistematización de las relaciones que desafían a la Iglesia hoy, la actualización de criterios relacionales y las conversiones necesarias, se hará una presentación de la síntesis general que será revisada por los participantes para verificarla en comunidad. De este modo, el día y la Asamblea concluirá con la entrega solemne de la Síntesis final en una celebración que incluirá la renovación de las promesas del bautismo por parte de los participantes.

Durante la inauguración de la Asamblea, el cardenal Celestino Aós, arzobispo de Santiago, se refirió a quienes participan en este evento: “quienes estamos aquí no somos un equipo de fútbol, sino personas de fe, todos con el mismo bautismo, la misma dignidad por tanto, pero con distintas funciones, que venimos aquí con espíritu de fe para buscar la luz y la voluntad de Dios para nosotros y para nuestras comunidades”.

Por su parte, el secretario general de la Conferencia Episcopal y obispo de Chillán, Sergio Pérez de Arce, dijo que “este primer día está centrado en abrirnos al Espíritu Santo para que con su fuerza, con su amor, con su apoyo podamos discernir el camino a seguir para la iglesia”.

Francisco invita a construir con creatividad y valentía

El Nuncio Apostólico, Alberto Ortega, durante la inauguración de la Asamblea dio a conocer el mensaje enviado por el Papa Francisco a los participantes: “Su Santidad los invita a vivir estas jornadas con un corazón bien dispuesto para que, sensibles a la inspiración del Espíritu Santo, sepan discernir su llamado como evangelizadores, testigos intrépidos de la luz de la fe, y llevar el mensaje de salvación a los hombres y mujeres de esa querida nación, hasta los más recónditos rincones”.

Más adelante el Papa los llama a ser “protagonistas del presente de la iglesia sinodal, profética y esperanzadora que, peregrinando en Chile, está llamada a construir con creatividad y valentía, en unión con sus pastores, una cultura fundamentada en los valores del amor cristiano, de la familia, del respeto a la vida y a la dignidad de todos”.

Francisco concluye su mensaje suplicando que recen por él y por los frutos de su servicio a la Iglesia, e invocando “la constante protección de nuestra Señora del Carmen, les imparte de corazón la implorada bendición apostólica, que complacido hace extensiva a sus familias y demás seres queridos”.