El fundador de los misioneros y de las Hermanas Misioneras de San Carlos Borromeo será declarado santo junto al salesiano Artémides Zatti
Poco a poco el Vaticano va recuperando el ritmo de las canonizaciones. Este domingo, 9 de octubre, le llega el turno al beato Juan Bautista Scalabrini, que fue obispo de Piacenza y fundador de la Congregación de los Misioneros de San Carlos y de la Congregación de las Hermanas Misioneras de San Carlos Borromeo. Esta canonización fue aprobada, de forma inédita por el papa Francisco el pasado mes de mayo sin necesidad de un segundo milagro.
Scalabrini nació en Fino Mornasco (Italia) el 8 de julio de 1839 y murió el 1 de junio de 1895 en Piacenza (Italia). En el caso de este obispo que impulsó una importante misión entre los migrantes a través de sus congregaciones, el Papa ha dispensado el segundo milagro necesario para la canonización, una decisión que ha contado con los votos favorables de los cardenales y obispos de la Congregación para las Causas de los Santos.
Scalabrini es ya conocido como el santo de los migrantes puesto que en pleno siglo XIX se movilizó para involucrar a los gobiernos en la acogida e integración de los emigrantes europeos en América. Leonir Chiarello, el superior general de los misioneros scalabrinianos, ha señalado destacado “la sensibilidad que tenía ante el drama de la inmigración; por su implicación personal y por conseguir involucrar a los gobiernos en la integración de los inmigrantes; y por ver a Dios en el fenómeno de la migración”.
Las instituciones scalabrinianas mantiene hoy en día vivo el carisma de atención a los migrantes. Los Misioneros de San Carlo Borromeo son unos 600 sacerdotes presentes en más de 30 países, coincidiendo con aquellos lugares receptores de migrantes y refugiados. Para su superior general los desafíos de la inmigración han cambiado en la época actual, pero Scalabrini “sigue siendo un punto de referencia tanto en la metodología, como en la sensibilidad con la que trató a los inmigrantes” ha señalado en declaraciones recogidas por Europa Press.
Francisco también canonizará en la misma celebración al salesiano Artémides Zatti, que se convertirá de esta manera en el tercer santo argentino y el primero no sacerdote. Conocido como ‘enfermero de los pobres’ se entregó a la atención de los enfermos de la Patagonia donde llegó a dirigir el primer hospital de la ciudad de Viedma.