El Consejo de Patriarcas y Jefes de las Iglesias de Jerusalén ha emitido un comunicado mostrando su “gran preocupación” tras la propuesta de la nueva Primera Ministra británica, Liz Truss, de estudiar un cambio de ubicación de la Embajada británica en Israel, de tal manera que pase de Tel Aviv a un nuevo emplazamiento en Jerusalén. Un movimiento político que se ha producido tras la petición del gripo ‘Amigos Conservadores de Israel’.
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“Como ciudad sagrada para las tres religiones abrahámicas que representan a más de la mitad de la población mundial, la comunidad internacional, incluido el Reino Unido, reconoce desde hace tiempo que Jerusalén tiene un estatuto especial (‘Corpus Separatum’), destinado a salvaguardar la libertad de religión, el carácter sagrado de Jerusalén como ciudad santa y el respeto y la libertad de acceso a sus lugares sagrados”, señalan los líderes religiosos citando el Informe de la ONU sobre “El estatuto de Jerusalén” de 1997.
Impedimento para la paz
Para los responsables de las diferentes jurisdicciones eclesiásticas que “abarcan todos los territorios políticos de Tierra Santa”, la cuestión del “statu quo religioso de Jerusalén es esencial para preservar la armonía de nuestra Ciudad Santa y las buenas relaciones entre las comunidades religiosas de todo el mundo”. Por ello, señalan que por este motivo “la mayoría de los gobiernos del mundo” también han aplicado este principio “absteniéndose de ubicar sus embajadas en Jerusalén hasta que se haya alcanzado un acuerdo sobre el estatuto definitivo de la Ciudad Santa”.
Para los líderes cristianos, “el traslado previsto de la embajada británica a Jerusalén socavaría gravemente este principio clave del Corpus Separatum y las negociaciones políticas que pretende impulsar” sepultando definitivamente “el ya moribundo Proceso de Paz”. “En lugar de comprometer valiosos recursos gubernamentales en un esfuerzo tan contraproducente, animamos la Primera Ministra y al Gobierno británicos a que redoblen sus esfuerzos diplomáticos para facilitar la reanudación de las negociaciones entre Israel y la Autoridad Palestina con el fin de avanzar con una Iniciativa de Paz limitada en el tiempo y por fases, todo ello de acuerdo con el Derecho Internacional y las resoluciones pertinentes de la ONU”, aconsejan. “Creemos que sólo a través de esta iniciativa se podrá establecer una paz justa y duradera en Jerusalén y en todo Oriente Medio”, sentencian los patriarcas.