La catedral de Salamanca es el lugar donde arranca la exposición ‘The Mistery Man‘ y desde donde viajará por todo el mundo. Álvaro Blanco lleva 15 años trabajando para sacar a la luz el impresionante cuerpo de alguien sometido a un sufrimiento extremo, el hombre que yacía bajo la Sábana Santa.
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Después de recorrer cinco estancias, nos encontramos ante una figura que nos conmueve: Jesús de Nazaret. Las heridas de los latigazos, la lanza clavada en el costado, las secuelas de la corona de espinas. El rostro deformado y amoratado que podría abrir sus ojos en cualquier momento; el pelo, la textura de la piel… el vello que recorre ese cuerpo desnudo y tan humano. Una sensación que no deja indiferente a ningún visitante.
PREGUNTA.- ¿Por qué sigue fascinando tanto la Sábana Santa?
RESPUESTA.- Fascina porque reaviva la historia y porque tiene una imagen clara. De tener solo la sangre, podría ser la de cualquier persona, pero si hiciéramos un símil de presentar a Jesús como una obra artística, la imagen sería su firma, inequívoca. No es necesario un pincel para trazar en la Sábana Santa su propio cuerpo. Todas las historias maravillosas, al principio la gente piensa que son falsas, pero luego resultan ser las más creíbles.
P.- Dice que Jesús de Nazaret media 1,72 cm, ¿cuanto cree que pesaría?
R.- Estamos ante un hombre con una estructura ósea fuerte, con un aspecto si no primitivo, robusto.
P.- ¿Cómo eligió el color de la piel?
R.- Sabemos que era un hombre de raza caucásica, es un detalle que elegí como término medio, imaginaba así la pieza.
P.- A medida que avanza en la investigación, ¿cómo siente el sufrimiento?
R.- Lo siento de golpe. Cuando me encuentro con la imagen por primera vez, pienso que hemos contaminado la historia de Jesús a través del arte, de la pintura, del cine… Este cuerpo transmite más que estos 2000 años. Representa un sacrificio que Él hace humano y con los detalles forenses comprendes que recibe la flagelación y no se mueve, te deja acongojado. Así como ver ese cuerpo tan destrozado y ese rostro tan apacible.
“Soy el primer evangelizado”
P.- ¿Le ha enriquecido?
R.- Obviamente. En lo personal, soy el primer evangelizado. Iba buscando una respuesta científica y no somos nada, qué vamos a probar científicamente si estamos en lo mínimo de la humanidad. Ya cuando Marcelino S. Sautuola descubre las cuevas de Altamira, la comunidad científica se ríe de él al afirmar que es obra del hombre paleolítico. La ciencia está limitada por el conocimiento. ¡Paremos ya de investigar la Sábana Santa! Obsérvala y dime qué sientes.
P.- Entre las fuentes consultadas, ¿ha tenido en cuenta el sudario de Oviedo?
R.- Sí, claro. Juan Manuel Miñarro junto con el forense Alfonso Hermosilla, han hecho un gran estudio de la Sábana Santa y del sudario y hemos sacado muchísima información de su trabajo. En el sudario hay mucha sangre, y antes de añadir algo que no sabemos, hemos preferido evitarlo y ser precavido. No vamos a suponer nada.
P.- ¿Algún detalle que no debamos perder?
R.- El rostro está mostrado desde el lado izquierdo, porque no está tocado, representa la verdadera cara de Jesús. El lado derecho está desvirtuado por haber recibido un golpe, son dos hombres distintos según por donde se miren.