Carlos Castillo Mattasoglio respalda el hospital de campaña en el que se ha convertido la parroquia de Santa Anna
El arzobispo de Lima, Carlos Castillo Mattasoglio, defendió ayer 13 de octubre que la acogida que se da en los hospitales de campaña que han aparecido en varios lugares del mundo “están anunciando cómo será el futuro” de la Iglesia. Lo ha dicho en la tercera edición de la Tribuna Joan Carrera, una iniciativa del Grupo Sant Jordi de Defensa y Promoción de los Derechos Humanos y El Punt Avui, con el apoyo de hasta trece entidades.
Un centenar de personas cenaron escuchando a Castillo en la parroquia de Santa Anna de Barcelona. Durante su alocución, el arzobispo señaló que en los hospitales de campaña “se hace mucho trabajo social” pero con un valor añadido, y es que en un mundo donde se ha olvidado la belleza, delicadeza y buen trato, con estos hospitales de campaña “estamos ampliando otra vez este mundo de humanidad”.
El prelado también aseguró que “la nueva experiencia humana de dispersión y conflicto tiene que ser vivida como un clamor para unir a la humanidad”, y tiene una receta fácil: “Iniciar caminos de hermandad”. “El gran problema del mundo es la productividad, lo que necesita el mundo hoy en día es la capacidad de generar y dar vida, esperanza y felicidad”, subrayó.
Castillo está en Barcelona participando en el ‘Encuentro iglesias hospital de campaña’, que se celebra del 11 al 14 de octubre en la parroquia de Santa Anna a iniciativa de Mensajeros de la Paz. A lo largo de estas jornadas personas llegadas de México, Argentina, Paraguay o Jordania han reflexionado sobre la Iglesia como hospital de campaña, los pobres como anunciadores del Evangelio, la Iglesia pobre para los pobres propuesta por el papa Francisco y la sabiduría de los márgenes.
Entre los asistentes han estado Yvonne Griley, directora general de Asuntos Religiosos de la Generalitat de Cataluña; el P. Ángel, fundador de Mensajeros de la Paz, sor Lucía Caram, superiora del Convento de Santa Clara; Peio Sánchez, rector de la parroquia de Santa Anna; Juan José Omella, cardenal arzobispo de Barcelona; Teresa Forcades, religiosa benedictina; y, de forma online, Alessandra Smerelli, secretaria del Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral.