Tras cumplirse los 90 días pautados de las mesas de diálogo, tras una tregua entre indígenas y el gobierno de Guillermo Lasso, la Conferencia de Obispos de Ecuador, garante de las negociaciones, anunció el cierre de este proceso.
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Al respecto, los prelados han señalado que su papel como intermediarios en los diálogos “la asumimos como un compromiso con todos los ecuatorianos por encima de las legítimas diferencias ideológicas o políticas que puede haber entre nosotros”.
Entre las tareas que se fijaron cuentan: facilitar el diálogo, acompañar el proceso y difundir, oficialmente, los resultados de las mesas técnicas y de coordinación, por ende, “esta labor incluyó la convocatoria y la acreditación de facilitadores y relatores de las mesas técnicas, como también un equipo de logística y de secretaría a disposición de las partes, a cargo de la Conferencia Episcopal Ecuatoriana”.
Aprendizajes y compromisos
Los obispos ecuatorianos han planteado aprendizajes y desafíos que han surgido en las mesas temáticas y en la de coordinación. Entre estos reconocerse como Estado unitario, plurinacional e intercultural, lo cual implica “erradicar toda forma de colonialismo y hostilidad que intente anular, fragmentar o contraponer las diferencias culturales, especialmente de los más débiles”.
Asimismo han señalado que “todos somos responsables del buen funcionamiento del Estado”, por tanto, hay que “Educarnos no solo para exigir al Estado que cumpla con sus obligaciones constitucionales y legales, sino también para contribuir, con honestidad y responsabilidad, en su financiamiento y progreso”.
Han pedido asumir la política como “un servicio de los ciudadano y del bien común” y no “un instrumento para imponer la propia visión”, es por ello que han llaman a los actores políticos a comprometerse con los grandes intereses del país.
Diálogo,único camino
Para los obispos “el diálogo es el único camino responsable para resolver los conflictos”, por eso hacen un llamado a “promover una pedagogía que asegure, en todos los espacios de la convivencia humana, un diálogo sereno y transparente, basado en la escucha, en la empatía y en la colaboración”.
“En todos los niveles del país, debemos superar la idea de que hablar con quien piensa distinto para buscar acuerdos es traicionar su punto de vista”, acotaron.
También agradecieron a representantes del Gobierno como a las organizaciones indígenas y sociales por “su voluntad de diálogo para, considerando el bien del país, buscar consensos, profundizar las convergencias y afrontar las diferencias”.
Foto: CEE