El papa Francisco ha reivindicado hoy, durante el rezo del ángelus, la necesidad de fomentar la oración en el día a día. “Imaginemos que el Señor viene hoy a la tierra: vería, por desgracia, tantas guerras, pobreza y desigualdades, y al mismo tiempo grandes logros tecnológicos, medios modernos y gente que siempre corre, nunca se detiene; pero ¿encontrará a quien le dedique tiempo y cariño, a quien le ponga en primer lugar?”, se ha preguntado.
- PODCAST: Testigos hasta el extremo
- Regístrate en el boletín gratuito y recibe un avance de los contenidos
“Muchas veces nos enfocamos en cosas urgentes pero innecesarias, lidiamos y nos preocupamos por muchas realidades secundarias; y quizás, sin darnos cuenta, descuidamos lo más importante y dejamos que nuestro amor por Dios se enfríe”, ha aseverado el Papa. Sin embargo, “Jesús nos ofrece el remedio para calentar una fe tibia”, que no es otro que la oración. “La oración es la medicina de la fe, el tónico del alma”, ha continuado Francisco.
Así, el Papa señala que esta oración del ángelus no puede ser algo que se de solo e ocasiones, sino que “debe ser una oración constante”, porque “no se puede vivir sólo en momentos fuertes o encuentros intensos de vez en cuando y luego en hibernación, porque nuestra fe se secará”. La fe, tal como ha señalado Francisco, “necesita del agua diaria de la oración, de un tiempo dedicado a Dios, para que Él pueda entrar en nuestro tiempo, de momentos en los que le abrimos el corazón, para que cada día pueda derramar en nosotros amor, paz, alegría, fuerza, esperanza”.
Oraciones del día a día
Ante la posibilidad de que “uno podría objetar: ‘¿Cómo puedo hacerlo? ¡No vivo en un convento, no tengo mucho tiempo para rezar!’”, el Papa ha recordado las “oraciones jaculatorias” que ponían en práctica “especialmente las abuelas”. “El nombre está algo desactualizado, pero la sustancia es buena. ¿De qué se trata? De oraciones muy breves, fáciles de memorizar, que podemos repetir a menudo durante el día, durante las diversas actividades, para estar en sintonía con el Señor”.
“Por ejemplo”, ha dicho el Papa, “Nada más despertar podemos decir: ‘Señor, te agradezco y te ofrezco este día’; luego, antes de una actividad, podemos repetir: ‘Ven, Espíritu Santo’; y entre una cosa y otra orad así: ‘Jesús, en ti confío y te amo'”. “¡Cuántas veces enviamos mensajes de texto a las personas que amamos! Hagámoslo también con el Señor, para que el corazón quede unido a Él”, ha animado el Papa.