Los obispos de la arquidiócesis de Buenos Aires y los de las diócesis del Gran Buenos Aires dedican estos días, y hasta el viernes, a la misión. Este año la elección recayó sobre la ciudad autónoma de Buenos Aires.
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Este signo misionero está guiado bajo el lema ‘Juntos Somos Misión’, y los obispos son los actores que acompañan los lugares de dolor y alto tránsito del distrito porteño.
Renovar la misión
Desde Aparecida surgió la convocatoria de la misión continental que la arquidiócesis de Buenos Aires asumió para renovar la misión evangelizadora. De este modo, los prelados recorrerán distintos lugares de atención y promoción (hospitales, cárceles, hogares de mujeres).
Asimismo, durante estas jornadas misionarán, en pequeños grupos, en lugares de alto tránsito, como el Obelisco y las estaciones Retiro y Constitución, lugares donde transita o se reúne la gente, para llevarles el consuelo, la bendición y la Palabra de Dios. Además compartirán actividades con la comunidad del Seminario Metropolitano, donde se forman los futuros sacerdotes.
El obispo auxiliar de Buenos Aires, Alejandro Giorgi, coordinador del Octubre Misionero arquidiocesano, manifestó que “Los obispos sabemos que Dios vive en la ciudad y queremos caminar junto a nuestro pueblo fiel que recorre sus calles y rincones para trabajar, celebrar y compartir la vida”.
Una réplica de la Virgen de Luján se unirá a la misión. Su presencia será un manantial de gracias. María y su Hijo Jesús serán los protagonistas con quienes quieren revivir las actitudes misioneras del Sínodo: la salida, la visita y el encuentro.
Giorgi ratificó que el propósito de la misión es acercarse “especialmente a los que están agobiados y afligidos, a los pobres que carecen de lo mínimo, a los privados de libertad, a los enfermos, a los que están solos, los ancianos y a los que han perdido la esperanza“.