“Cuando me llamó hace dos meses para decirme que venía a celebrar mi cumpleaños, me emocioné. Me pidió que lo mantuviera en secreto y eso fue lo que hice. No quiere que desobedezca al Papa”. Con un férreo sentido del humor ha contestado Carla Rabezana, prima del papa Francisco, a las preguntas del Corriere della Sera después de que ayer el Vaticano comunicara la noticia de que el Pontífice viajaría a Asti el próximo 19 de noviembre para celebrar con ella su cumpleaños.
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“Nos conocemos desde siempre”, ha explicado, “nuestras familias son originarias de Portacomaro”. De hecho, cuando el Papa acabó sus estudios en Frankfurt y volvía a Argentina, pasó unos días en Turín, en casa de su prima, que en aquel momento vivía allí con su esposo. “En nuestra casa siempre ha habido una habitación para Jorge”, asegura.
A pesar de la distancia que les ha separado gran parte de sus vidas, ella afirma que “siempre hemos mantenido la relación”. “Siempre bromeamos”, dice. “Cuando me dijo que venía a celebrar mi 90 cumpleaños, le respondí que se me había acelerado el corazón, y él me respondió ‘trata de no morir’. Entonces nos echamos a reír”.
De Jorge a Francisco
Carla y el Papa hablan “al menos una vez al mes”, pero asegura que “no esperaba un regalo tan bueno”. “Estoy feliz de verlo. Se suponía que nos encontraríamos hace dos años, todo estaba listo. Entonces estalló la pandemia. Pero antes estaba acostumbrada a verlo todos los años”, explica.
Además, la prima del Papa asegura que “él siempre ha sido así, bromista y espontáneo”, tanto como Jorge como Francisco. “Es un hombre inteligente que le encanta estar rodeado de gente. Y, como Papa, ha seguido siendo una persona humilde”.