“Instamos a los líderes mundiales a buscar soluciones justas y pacíficas a todas las disputas y conflictos. Les pedimos que promuevan el diálogo, la comprensión y la fraternidad entre los pueblos y que defiendan la dignidad de todos los hombres, mujeres y niños, especialmente los pobres, los marginados y los que sufren la violencia de la guerra”. Así lo ponen negro sobre blanco el Comité Olímpico Internacional y el Vaticano en un llamamiento conjunto.
- PODCAST: 60 aniversario del Vaticano II
- Regístrate en el boletín gratuito y recibe un avance de los contenidos
‘Elegir el camino de la paz’ es el texto firmado por Thomas Bach, presidente del Comité Olímpico Internacional (COI); el cardenal José Tolentino de Mendonça, prefecto del Dicasterio de la Cultura y la Educación; el cardenal Kevin J. Farrell, prefecto del Dicasterio para los Laicos, la Familia y la Vida; y el cardenal Michael Czerny, prefecto del Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral.“Nuestro mundo se enfrenta una vez más a conflictos, disturbios y graves desafíos. Los azotes de la guerra, el cambio climático y las dificultades económicas han provocado un dolor y un sufrimiento indecibles a millones de personas en todo el mundo”, señalan en esta alianza por la paz.
Y continúan: “Como consecuencia de una guerra mundial fragmentada, más de 100 millones de personas se han visto obligadas a huir de sus hogares, las familias se han desgarrado y un sinnúmero de madres, padres, hijos e hijas viven con miedo, sin poder practicar su fe, perseguir sus sueños de una vida mejor, o incluso simplemente hacer deporte”.
Espíritu de solidaridad
Según el documento, “esta tragedia humana se produce cuando el mundo aún se está recuperando de una pandemia que nos ha recordado lo vulnerables que pueden ser todos los seres humanos. A la luz de esta importante experiencia de humildad, reafirmamos nuestra determinación de construir sobre el poderoso sentimiento de solidaridad mutua que ha surgido de la crisis sanitaria”.
El Vaticano y el COI muestran su convencimiento de que “solo con este espíritu de solidaridad en nuestros corazones podremos abordar eficazmente los numerosos retos que amenazan hoy a la humanidad y a nuestro planeta”.
“Dios quiere la paz y la unidad de nuestra familia humana. Los Juegos Olímpicos y Paralímpicos son un gran símbolo de esta unidad, ya que reúnen a las personas y a los pueblos en una sana competición y animan a nuestro mundo a ver la competición atlética como un verdadero camino hacia la paz, basado en la disciplina personal y el compromiso con el trabajo en equipo en la búsqueda de la excelencia”, destacan.
Asimismo, “unidos en esta convicción, hacemos un llamamiento a los líderes mundiales para que sigan este camino, por el bien de todas las naciones y pueblos”, subrayan.
