Francisco: “El sacerdote que no es acompañado genera hongos en el alma”

El Papa ha subrayado que no es lo mismo un confesor que un director espiritual

Francisco: “El sacerdote que no es acompañado genera hongos en el alma”

El acompañamiento espiritual no es “obligatorio”, pero sí muy recomendable. Así lo entiende, al menos, el papa Francisco, quien ha hablado de ello con los seminaristas y sacerdotes que estudian en Roma, quienes acudieron ayer al Vaticano para una audiencia con el Pontífice.



“Es importante ir acompañado de alguien que conozca mi vida”, ha afirmado el Papa, señalando, además, que esta figura no debe confundirse con la del confesor. “Son roles distintos”, ha señalado. “Al confesor se va porque perdonas tus pecados y al director espiritual para contarle las cosas que están pasando en tu corazón, los movimientos espirituales, las alegrías, los enojos y lo que pasa dentro de ti”. “Si os relacionáis sólo con el confesor y no con el director espiritual, no sabréis crecer, será algo malo”, ha añadido, “y si te relacionas sólo con un director espiritual, un compañero, y no vas a confesarte tus pecados, esto también está mal”.

Carisma bautismal

Por otro lado, el Papa ha señalado que la figura de la dirección espiritual tiene este carisma “no porque sean sacerdotes, sino porque son laicos, porque son bautizados”. De hecho, ha puesto el ejemplo de “una monja que enseña en la Gregoriana, es buena y es directora espiritual”. “Es una mujer de sabiduría espiritual que sabe liderar”, ha dicho. Del mismo modo, “algunos movimientos quizás tengan un laico sabio”.

De esta manera, Francisco ha apostillado que “siempre” ha de haber un acompañamiento espiritual, porque “la persona que no está acompañada en la vida genera ‘hongos’ en el alma, los hongos que luego te molestan. Enfermedades, sucia soledad, muchas cosas malas”.

“Busquen emociones espirituales, que alguien me ayude a entenderlas, qué quiere el Señor con esto, dónde está la tentación…”, ha recomendado el Papa. “Y esto no es necesario hacerlo todas las semanas, no, vas al director espiritual una vez al mes, cada dos meses, cuando tienes asuntos que consultar con él o ella”.

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