La entidad ha puesto en marcha, desde hace tres años, una serie de medidas para favorecer un entorno seguro y concienciar a sus monitores
Si bien en España la situación de los abusos a menores entre el escultismo no ha llegado a los extremos conocidos en otras latitudes, la prevención es una máxima para el Movimiento Scout Católico (MSC). Una de las medidas implantadas en este sentido son las formaciones específica que se ofrece en niveles básico y avanzado, tanto de forma presencial, como a través de una plataforma online propia por la que han pasado más de 3.913 voluntarios en la capacitación básica, casi medio centenar en la formación avanzada. Ahora mismo, casi 550 personas están en proceso de obtener una de las dos acreditaciones.
Esta es solo uno de los compromisos de MSC para garantizar entornos seguros para la infancia y la juventud. Para ello, desde hace tres años, “el movimiento trabaja de forma incansable para evitar y erradicar cualquier comportamiento que pueda ir en detrimento de los derechos de la infancia y la juventud”, reiteran en un comunicado. Una estrategia que ha sido recogida en el documento Scouts MSC, “Entorno seguro”, en el que se regulan las actitudes reprochables por parte de un educador.
A esto se le añade la verificación de antecedentes penales de los monitores voluntarios o el compromiso de “informar y denunciar de cualquier actividad que pueda ir en contra de los derechos de los menores y la creación de un programa de análisis interno de todas las acciones que se realizan para detectar comportamientos que puedan atentar contra la libertad, dignidad o integridad de cualquier niño o joven”. Para ello se ha establecido un canal ético de denuncia al que se accede desde la página web de Scouts MSC.