La celebración fue presidida por el cardenal Marcello Semeraro, prefecto de la Congregación para las Causas de los Santos del Vaticano
Este sábado 29 de octubre fue beatificada María Berenice Duque Hencker en la catedral metropolitana de Medellín en una ceremonia presidida por el cardenal Marcello Semeraro, enviado especial del papa Francisco y prefecto de la Congregación para las Causas de los Santos del Vaticano.
El purpurado ha destacado que “una de las características de la vida de nuestra nueva Beata era precisamente la humildad”, por ende, “este fue, de hecho, el juicio reiterado de los Consultores teólogos durante el proceso de beatificación y canonización”.
“En esto, la Madre María Berenice, hoy beatificada, siempre tuvo como modelo a la Virgen María de la Anunciación, a quien dedicó la primera de las tres fundaciones religiosas: las Hermanas de la Anunciación. Ella misma vivía su vida cotidiana en la esencialidad, considerándose un ‘gusanito’, ‘basura’, ‘nada’”, acotó.
También ha recordado que María Berenice siempre buscó a Dios frente a la duras pruebas que tuvo que enfrentar, porque “contrastes y incomprensiones tuvo muchos”.
La nueva beata colombiana –explica el cardenal– tenía a los pobres “en el centro de su existencia y para que los pobres fueran ‘evangelizados’, fundó una familia religiosa. Tenía, en particular, amor por los niños más pobres, a los que consideraba los favoritos del Señor”.
Por su parte, Luis José Rueda, arzobispo de Bogotá, ha expresado que “con inmensa alegría vemos la beatificación de una bautizada en Colombia; de alguien que encontró su misión y vocación y ahora en los altares intercede por nosotros en estos caminos que buscan la reconciliación, la paz y la nueva evangelización en ambiente sinodal”.
Foto: Arquidiócesis de Medellín