Considero lógico y normal que más de una persona se haya planteado la cuestión de conocer las razones por las que Francisco visita del 3 al 6 de noviembre este pequeño país del Golfo Pérsico tan diferente cultural y religiosamente de nuestras coordenadas.
La primera respuesta, obvia por otra parte, es que responde a una invitación. Los papas no escogen los países del planeta que quieren visitar; sólo se deciden a hacerlo si son invitados conjuntamente por las autoridades políticas y por las religiosas. En este caso se trata del rey de Bahrein Hadmad bin Isa bin Salman al Khalifa, de 72 años que gobierna esta próspera nación desde 1999. Por otra parte los obispos de la Península Arábiga llevaban años insistiendo en la conveniencia de que el pontífice viniera a confortar a una minoría católica (160.000 fieles de los cuales una mayoría son trabajadores extranjeros) que disfruta de una tolerancia imposible de imaginar en países limítrofes como la Arabia Saudita o Qatar.
Bergoglio, además va a participar en la clausura del Foro de diálogo Oriente-Occidente para la Humana Convivencia en el que participan doscientas personalidades de diversas religiones, especialmente musulmanas. Es una iniciativa muy similar a la que se celebró en Kasajistán el pasado mes de septiembre y es también eco del “Documento sobre la fraternidad humana para la paz mundial y la convivencia social” que firmaron en Abu Dabi el 4 de febrero del 2019 Bergoglio y el Gran Imán de la Universidad cairota de Al- Azhar Ahmad Muhammad Al Tayyeb, que también estará presente en Bahrein.
Otra razón suplementaria es expresar personalmente al Rey el agradecimiento de la Iglesia católica por el don que hizo al ceder gratuitamente los terrenos para construir la catedral de Nuestra Señora de Arabia. Este magnífico templo surge en la localidad de Awali y en su diseño participó el fundador del Camino Neocatecumenal Kiko Argüello. En ella Bergoglio celebrará el 4 de noviembre un Encuentro Ecuménico de oración por la paz. Este es otro de los motivos que justifican este viaje.
Esta mañana el avión papal ha despegado a las nueve y media de la mañana del aeropuerto romano de Fiumicino y, después de un vuelo de cinco horas y media aterrizaremos en la base militar de Shakir de la localidad de Awali sede del Palacio Real y de otras monumentales construcciones oficiales del Reino. Con Francisco y su séquito volamos 60 periodistas a los que, uno por uno, saludará personalmente.