Casi 200 escolares de 3° básico a 4° medio expusieron en la 12ª versión de Expotabor de la diócesis de Copiapó, realizada en la plaza de la ciudad de Freirina, fundada a mediados del siglo XVIII, ubicada a 690 kilómetros al norte de Santiago y 175 al sur de Copiapó, en el inicio del gran desierto de Atacama.
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Los estudiantes pertenecían a 26 establecimientos educacionales: 5 son católicos, 4 particulares subvencionados y 17 de educación pública radicados en 8 ciudades de la diócesis.
Cada colegio participante dispone de un puesto para exponer sus trabajos y propuestas pedagógicas asociados a la clase de religión, en el marco del lema de la exposición cada año. ‘Sinodalidad, ruta de fraternidad y convivencia escolar’ fue el lema de este año que acentúa la urgencia de convivir como hermanos para mejorar las comunidades educativas.
Deslumbrar con la belleza de la fe
Esta exposición se realiza cada año desde el 2010 en las plazas de diversas ciudades del territorio diocesano. “Se hace en las plazas porque nos inspiró la experiencia de San Pablo de anunciar el evangelio en el areópago”, dice a Vida Nueva Mauricio Arancibia, vicario para la educación, organizador de la feria.
Con este proyecto Arancibia ha querido valorar, en la opinión pública, la clase de religión al exponer en las plazas trabajos hechos en clases. “Se trata de dar razón de la fe, deslumbrar a la opinión pública sobre la belleza de la vida de fe, con experiencias de la clase de religión”, dice el vicario. “En el monte Tabor los apóstoles expresaron lo bien que estaban en ese lugar. Ese debe ser el paradigma de la clase de religión. Por eso en la feria se muestra lo atractivo hecho en ella”.
Cada colegio muestra sus productos pedagógicos en tres ámbitos: lectoescritura (microcuentos, comics, poemas, ruletas de conocimiento bíblico); artes (musicales, manuales, teatrales, títeres, danza); y multimedios (cápsulas de video, programas radiales, spots publicitarios, juegos electrónicos).
Al mediodía se desarrolló un espectáculo artístico musical con la presentación de alumnos de algunos colegios participantes y en la tarde se celebró la Eucaristía, presidida por el obispo Ricardo Morales, quien destacó la presencia entusiasta y esperanzadora de los estudiantes. Además valoró que la mayoría de los colegios presentes fueran de la educación pública.
Potenciar el desarrollo de la espiritualidad
El vicario Arancibia expresó su reconocimiento a los servicios locales de educación pública, de las comunas participantes, que financiaron la movilización de los estudiantes desde sus localidades hasta Freirina; además al párroco de Santa Rosa de Lima y a la Fundación RUCA (Red de universitarios católicos) que apoyaron la realización del evento.
También subrayó el compromiso de los sostenedores y directores para fomentar estas iniciativas, destacando que la mayor presencia provino de la educación pública. “Es un esfuerzo que cuenta con el apoyo generoso de muchos para potenciar el desarrollo de la espiritualidad de los niños”, dijo Arancibia.
Para la profesora Rosita Alfaro del Liceo Católico de Atacama, en la ciudad de Copiapó, ha sido “una experiencia maravillosa al reconocer las propuestas educativas y el claro protagonismo de los niños y niñas”. Animó a que los directivos de los colegios públicos apoyen estas iniciativas “porque enriquecen la vida de los estudiantes, son momentos significativos e incluso para reconocer el territorio de la región”.