Otra vez las cárceles. Un nuevo amotinamiento en los penales de Guayas y Esmeraldas, provincias del Ecuador, llevó al presidente Guillermo Lasso a decretar 45 días de estado de excepción toda vez que la violencia criminal cobró la vida de 5 policías. Detrás de los hechos están bandas criminales.
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Por ello, los obispos convocaron este 06 de noviembre a una jornada de oración y han pedido a “cada hombre y mujer que habita esta hermosa tierra” a la unidad nacional para “reconstruir el pacto social que nos une y combatir ese enemigo común que es el crimen organizado, el tráfico de drogas, la delincuencia, la inseguridad”.
Los prelados advierten que todos estos males “buscan destruir el tesoro más valioso que tenemos, nuestros niños y jóvenes y que encuentran terreno fértil en una sociedad en la que lastimosamente la pobreza y la desigualdad parecen no tener fin”.
Llamado a la solidaridad
Han pedido a los criminales “cambien de vida, conviértanse, deténgase, dejen de hacer el mal. Esta vida que viven ahora, no les dará placer, no les dará alegría, no les dará felicidad. El poder, el dinero que ustedes ahora tienen de tantos negocios sucios, de tantos crímenes mafiosos, es dinero ensangrentado”.
Al tiempo se solidarizan con quienes han perdido a algún ser querido “víctima de la violencia asesina de estos días en las calles, en las cárceles, civiles y policías. Su dolor y sus lágrimas son el dolor y las lágrimas de cada ecuatoriano”.
“Queremos compartir con todos ustedes una esperanza , y es esta: que el sentido de fraternidad poco a poco triunfe sobre la división, en todas las conciencias y corazones sólo desde allí podremos curar, volver a sanar los comportamientos, las relaciones, las decisiones, el tejido social, de modo que la justicia y la paz gane espacio”, han acotado.
Foto: El Comercio