La COP27 ha comenzado en Egipto este 06 de noviembre y desde la Red Eclesial Panamazónica (Repam) han lanzado un mensaje a este foro mundial para que se escuche el clamor de los pueblos campesinos, indígenas, ribereños y afrodescendientes para que “su voz sea escuchada y su dignidad respetada”.
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“Nuestra tierra, nuestros ríos, nuestro aire se encuentran en una carrera desenfrenada hacia la muerte. Requiere de cambios radicales y urgentes, si no, tendrá consecuencias catastróficas para todo el planeta. Sin Amazonía, no hay vida ni humanidad posible”, han señalado.
Asimismo han recordado las palabras de Francisco en Querida Amazonía que para superar “las diversas mentalidades de colonización” se deben construir redes de solidaridad y desarrollo.
Por una justicia integral
“Caminos como la COP, tratados como Escazú, no serán para devolver a los muertos la vida que se les negó, sino al menos para ser hoy realmente humanos”, por ende, “los consensos políticos de nuestros países y gobiernos no pueden seguir quedándose en papel mojado con total indolencia y sin garantía y justicia alguna”.
La Repam plantea que las medidas urgentes ante el cambio climático “no pueden llevarse a cabo dañando los derechos humanos de los pueblos de la Amazonía y dejando a miles de personas sin medios de vida y sin futuro”.
En este sentido, “necesitamos un mundo que promueva derechos humanos de forma eficaz, que incluya las culturas, las espiritualidades, la justicia ancestral y que no desarraigue a las personas y los pueblos, especialmente a los jóvenes”.
Foto: Freepic